El sol eclipsa (algo) a las estrellas

El calor marca la primera jornada de Interestelar Sevilla, aunque no impide que Loquillo, Love Of Lesbian y León Benavente brillen con luz propia

20 may 2017 / 10:55 h - Actualizado: 20 may 2017 / 11:07 h.
"Cultura","Música"
  • Cualquier trozo de sombra fue de lo más cotizado de la tarde. / Nerea Coll
    Cualquier trozo de sombra fue de lo más cotizado de la tarde. / Nerea Coll
  • Actuación de Delafé en el Interestelar. / Nerea Coll
    Actuación de Delafé en el Interestelar. / Nerea Coll
  • Los ‘selfies’ y las bebidas refrescantes, un clásico de los festivales. / Nerea Coll
    Los ‘selfies’ y las bebidas refrescantes, un clásico de los festivales. / Nerea Coll

La sombra de una pequeña arboleda, apenas media docena de pinos, ubicada casi enfrente del escenario Cruzcampo, se convirtió en el lugar más cotizado y por ende concurrido durante la primera mitad de la jornada inaugural de Interestelar Sevilla, casi hasta las nueve de la noche. Una sesión en la que el astro rey y la elevada temperatura hicieron mella en el público y sobre todo los artistas, si bien cuando por fin cayó la tarde pudieron brillar con luz propia las estrellas más rutilantes de esta primera entrega del festival: Loquillo, Love Of Lesbian y León Benavente.

Organizar este tinglado en otoño tiene el riesgo de que la lluvia te arruine la cita, como sucedió en octubre de 2016, dejando sin actuar a medio plantel. Pero hacerlo en mayo en esta ciudad también conlleva la alta probabilidad de que los rigores del termómetro pasen factura, y eso es lo que ocurrió: la gente demora su acceso al recinto (lo que ocasionó un notable atasco en los accesos hacia las ocho y media, único lunar de una organización ejemplar por lo demás) y los músicos sufren de lo lindo (Viva Suecia, DePedro, Delafé, Carlos Sadness y varios más hicieron alusión al castigo que estaban padeciendo). Conclusión: hay que empezar después de las siete, como hacía Territorios, que algo hacía bien...

Así las cosas, el triunfo en esta primera jornada de conciertos en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo correspondió a los artistas que actuaron cuando el sol inició su retirada y los aficionados ya se contaban por miles. De ello se benefició Loquillo para conquistar a un público al que le resbalan las etiquetas y que sólo pide temas conocidos que corear y bailar. Y el gigante rockero barcelonés obviamente los tiene, de modo que tras repasar de entrada su último disco, Viento del Este, se entregó a la sucesión de sus hits de hace un cuarto de siglo: El Rompeolas, La mataré, El ritmo del garaje, Quiero un camión, Cadillac solitario... no se dejó ni una para deleite de sus fans.

Aunque el concierto del viernes fue, sin duda, el que protagonizaron sus paisanos Love Of Lesbian, uno de los damnificados por el temporal de octubre. Había ganas de revancha y se notó en la entrega del público y del quinteto. Y eso que las cosas empezaron atravesadas por una caída del sonido cuando arrancaban con Cuando no me ves –«No se oye», repetía una y otra vez el respetable–, que no detuvo a Santi Balmes y los suyos, que supieron alternar éxitos del pasado (Allí donde solíamos gritar, Noches reversibles, Algunas plantas, Club de fans de John Boy) con los temas más conocidos de El poeta Halley: Bajo el volcán, I.M.T. y Planeador, ya como colofón de su set.

La química ya instalada en la pradera del CAAC la supieron mantener León Benavente, que centraron su actuación en el disco 2, que interpretaron casi íntegro, además de éxitos pretéritos como Ánimo valiente. Alcanzaron el clímax de su concierto cuando hicieron vibrar a los presentes hasta llevarlos a la Gloria, y ya en el tramo final con Habitación 615, con Abraham Boba llevando al límite su voz.

De quienes desfilaron antes por los escenarios principales tuvieron mérito los murcianos Viva Suecia, que pese a actuar a las 16.40 y en el Negrita, sin una sombra donde resguardarse, lograron atraer a 500 personas que disfrutaron con sus éxitos: Palos y piedras, A dónde ir (primer single de su reciente Otros principios fundamentales, grabado en los estudios sevillanos de Raúl Pérez, al que invitaron a subir) y, como perfecto cierre, Bien por ti.

Lo mismo puede decirse de varios solistas, con banda o sin ella: DePedro (Javier Zavala) arrancó con sus hits ¿Hay algo ahí?, Hombre bueno y Déjalo ir y remató con una emotiva interpretación de Llorona: «Nunca la he cantado así, mirando al sol», aducía echando en falta la intimidad deseable; Delafé (Óscar d’Aniello) sudó de lo lindo para conseguir la complicidad del personal ante La fuerza irresistible y pese a que la marcha de Las Flores Azules le ha restado frescura pop; Neuman (Paco Román), acompañado de batería y poco más, convenció con sus temas más recurrentes aunque fue de más a menos; y Carlos Sadness hizo lo propio ante un público entregado a sus éxitos Qué electricidad, Hoy es el día o Groenlandia, ya al final.

Aunque el de Barcelona coincidió en el tiempo (y perdió algo de público) con Sexy Zebras, la banda que más brilló sobre el tercer escenario, Coolway Freestyle, en una actuación repleta de energía y actitud punk que tocó techo en temas como La máquina o El semental. De que no todo lo que reluce es el indie dieron fe asimismo Varry Brava, Los Tiki Phantoms y los sevillanos The Milkyway Express, que congregaron a bastante peña pese a coincidir con León Benavente. Y como anécdota quedó la ausencia de The SaltitoS, que no comparecieron por la enfermedad de uno de sus miembros. Aunque visto abrían a las cuatro...