El tiempo de Shostakovich

Las Sinfonías de Leonard Bernstein, junto con su valiosa Serenade para violín y orquesta, constituyen uno de los momentos más inspirados del catálogo del norteamericano

22 jun 2018 / 13:25 h - Actualizado: 22 jun 2018 / 13:52 h.
"Música"
  • El tiempo de Shostakovich

Aunque algo en segundo plano por lo célebre de bastantes de sus partituras, sin lugar a dudas las Sinfonías de Leonard Bernstein, junto con su valiosa Serenade para violín y orquesta, constituyen uno de los momentos más inspirados del catálogo del norteamericano. Que el titular de la ROSS, John Axelrod, haya decidido tomarse tan en serio el centenario de Lenny nos está permitiendo disfrutar de un repertorio completamente desconocido en los atriles de la Sinfónica. Es habitual leer que la Sinfonía nº2 ‘La edad de la ansiedad’ es una obra que se toma demasiado en serio a sí misma y que funciona mejor en unos pasajes u otros. Pero, en todo caso, es una creación de sincera belleza con pasajes intensamente camerísticos, heterofonías en eco (ese juego con los dos pianos), querencia por el jazz en muchas de sus líneas y un sinfonismo netamente americano. En el piano solista, Markus Schirmer se replegó a la visión febril de la página que planteó Axelrod, muy clara en su interés expositivo y con el abrazo de puntuales atriles erigidos en solistas que permitieron a muchos descubrir este importante monumento al eclecticismo.

Ojalá Axelrod se decidiera a profundizar en la música de uno de sus más insignes compatriotas compositores, Charles Ives. La última vez que en este país alguien planteó una integral sinfónica suya fue Alfredo Aracil cuando comandaba el Festival de Música y Danza de Granada en los albores del año 2000. La pregunta sin respuesta es una de las páginas más mágicas -signifique lo que signifique ese adjetivo- de la música ‘made in USA’ en el siglo XX. Una miniatura que nos deja boquiabiertos como oyentes y que la ROSS planteó con ejemplar sentido de la trascendencia y el misterio pese a un inicio en la cuerda algo titubeante. La trompeta quizá podía haberse ubicado en algún otro lugar del Maestranza para remarcar su carácter de llamada lejana. ¡Más Ives!

El concierto finalizó con otra interpretación de la Quinta de Shostakovich. Debemos concluir ahora que lo que ocurrió la semana anterior, con una soberbia ejecución de su Séptima no fue casualidad. El director texano es un modélico cincelador de las obras del ruso que recrea, valga la redundancia, en un estilo plenamente ruso, efectista, pirotécnico, pero sin rehuir toda la maldad que encierra la amarga música del compositor. Oígase (hoy tienen otra oportunidad) el final de esta Quinta, un Allegro non troppo recorrido por un constructivismo soviético que hace que cada sección esté trabajada casi como si fuera una entidad autónoma; o la vitriólica acidez que exudan todos los formidables percusionistas (titulares e invitados) en esta versión. Cuánto echaremos de menos este tipo de programas en la temporada 2018/2019.

Teatro de la Maestranza. 21 de junio. Programa: Obras de Ives, Bernstein y Shostakovich. Intérpretes: Markus Schirmer, piano. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. John Axelrod, director. 14º Concierto de Abono * * * *