Poca gente puede viajar en su árbol genealógico cuatrocientos años. María Cabeza de Vaca si puede. Su abuelo materno se encargó de ello. Y resulta que procede nada más y nada menos que de todo un conquistador, Albar Núñez Cabeza de Vaca, a quien se le atribuye la conquista de Florida. Esta nueva propuesta de la creadora cordobesa afincada en Sevilla gira en torno a su historia.
Así, al principio de la obra María, ataviada con un traje que remite al cabaret y al universo del ballet, se dirige directamente al micrófono para dejar bien sentado que su apellido no es artístico, sino que es su auténtico apellido materno. Y acto seguido, y sin solución de continuidad asume el personaje de su antepasado (el conquistador) para contarnos su periplo con un discurso no exento de sorna que, junto a su expresión corporal, despierta con facilidad la risa del respetable.
Por momentos nos parece que vamos a asistir a una de esas propuestas de danza en las que sus intérpretes hacen de todo menos bailar. Pero por fortuna no es el caso. María no tarda en derivar su expresión corporal hacia un ejercicio dancístico que, si bien tiene mucho de teatralidad, reproduce un monólogo corporal sumamente interesante, repleto de movimientos sutiles que pasan de la contención a la expansión para, en conjunción con con la música que su hermano, Fran Cabeza de Vaca, ha creado para ella, describir toda una gama de imágenes sugerentes y desafiantes, sobre todo al principio de esta escena, que comienza con una estampa fija cuya duración supone todo un reto a los límites de la resistencia. La complicidad entre los dos creadores se hace evidente en esa pieza central de la obra, pero también cada vez que el discurso hablado se adueña del relato, y los sonidos de fondo potencian su comicidad. Lástima que dicho discurso, aunque provocador y divertido, entrecorte las emociones y acabe derivando en una suerte de discurso que no acaba de llegar a ninguna parte.
Obra: Cabeza de Vaca
Lugar: Teatro Central, 17 de febrero
Creación e interpretación: María Cabeza de Vaca
Música y espacio sonoro: Fran MM Cabeza de Vaca
Calificación: Tres estrellas (***)