Nada hacían presagiar Fratres y Camille Claudel 1915 que Bruno Dumont viraría hacia la comedia más alocada con su miniserie El pequeño Quinquin y ahora este excéntrico largometraje. Ma Loute plantea una delirante intriga policial en unos hermosos paisajes marítimos de principios del siglo XX. Turistas acaudalados se mezclan con marineros locales en lo que parece querer ser una recuperación del slapstick que tanto rédito ha dado al cine desde prácticamente sus inicios. Humor cocinado a base de continuas caídas, situaciones disparatadas, personajes grotescos y sobreactuaciones, especialmente una insoportable Juliette Binoche que demuestra que este tipo de comedias no es lo suyo; mejor se defienden Luchini y Bruni Tedeschi. En el apartado comedido se encuentran una andrógina Raph y los padre e hijo Thierry y Brandon Lavieville, este segundo interpretando el personaje que da título a la película. Antropofagia y levitación trascendental se acumulan también en un espectáculo espléndidamente fotografiado, pero que una vez ha mostrado sus cartas, casi todas cómicas, las agota, frenando su posible audacia y desde luego cualquier atisbo de interés. La risa está asegurada, pero la sensación de vacuidad es tan enorme que la balanza acaba inclinándose hacia la mediocridad, cuando en realidad se está buscando la tan anhelada originalidad. No sería justo sin embargo obviar el efecto cómico que tiene el uso del sonido en esta película por cierto galardonada en Cannes con el premio a la mejor sincronización musical, el Preludio del segundo acto de la ópera inacabada Barberine del compositor belga Guillaume Lekeu.
Ma Loute **
Sección oficial. Francia-Alemania 2016 122 min.
Dirección: Bruno Dumont Intérpretes: Fabrice Luchini, Juliette Binoche, Valeria Bruni Tedeschi, Jean-Luc Vincent, Brandon Lavieville, Raph