Si hay un cantaor que no necesita para nada un congreso, es Camarón de la Isla. ¿Para qué un congreso? Era contrario a este tipo de encuentros de flamencólogos, a los que nunca les prestó interés alguno. El genio jamás dio una charla, que conste, ni escribió un artículo en alguna revista especializada. Le interesaban solo los cantaores o las cantaoras de los que poder disfrutar en una fiesta o, como mucho, los que pudiera escuchar en alguna grabación casera o de pizarra, que le gustaban mucho y las buscaba con empeño.
Con motivo de los 25 años de su muerte, ayer comenzó un congreso en su tierra natal, San Fernando, y también se ha firmado estos días un convenio entre la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de San Fernando para crear el Centro de Interpretación con su nombre y que se ubicará en la plaza Juan de Vargas, donde está su estatua desde 1993.
Hay su polémica con este asunto, por la aportación de la Junta de Andalucía, aunque sea con fondos europeos, porque existen artistas ya desaparecidos que merecerían ese apoyo y será difícil que lo tengan. Hemos pedido muchas veces un centro de documentación sobre Silverio Franconetti en Sevilla, su tierra natal, y ninguna institución ha recogido el guante, sencillamente porque no les interesa para nada el asunto.
Ni siquiera a la Junta de Andalucía, donde tanto gusta Camarón. Le dieron hasta la Llave del Cante a título póstumo, algo que solo se ha hecho con el de la Isla. Y ahora, un centro de interpretación. ¿Qué hay de Caracol o la Niña de los Peines, de Manuel Torres o Manuel Vallejo?
De San Fernando era Antonio Ortega Heredia El Fillo, una de las primeras figuras del cante, y hasta hace poco tiempo ni lo sabían. También María Fernández Fernández, María Borrico, una de las grandes seguiriyeras de la historia del flamenco, de la que tampoco saben nada en la Isla de León.
En lo que respecta a Camarón, le corresponde al Ayuntamiento de San Fernando velar por su memoria y su obra. Y la Junta de Andalucía tendrá que estar para Camarón y los demás, se supone. A ver cómo responde cuando se decidan a crear el museo de Antonio Mairena en Mairena del Alcor, que lleva proyectado hace muchos años, aunque en el Ayuntamiento tampoco es que hayan puesto mucho interés.
Camarón de la Isla ha sido uno de los grandes genios del cante flamenco y ha dejado una gran obra discográfica. No ha dejado la escuela que dejaron Chacón, Caracol o Mairena, pero sí una legión de imitadores que no quieren saber de otra cosa que no sea de Camarón. Ningún congreso o centro de interpretación van a cambiar esto, porque Camarón fue lo que fue, un artista único y un espíritu libre. Su obra no necesita ser recuperada, porque no se ha perdido. Y se sabe todo sobre su vida artística y personal, porque es un artista contemporáneo que empezó a ser famoso siendo un adolescente.
Lo lamentable de todo esto es que puede parecer que tanto a la Junta de Andalucía como al Ayuntamiento de San Fernando les interesa mucho el flamenco, y no es así. Les interesan sobre todo la fama de Camarón y los camaroneros, que se cuentan por decenas de miles. En definitiva, los votos.