«Estaríamos encantados de que se repitiera la historia»

Amphetamine Discharge vuelven con el epé ‘Raise your addiction’ en busca del éxito de los noventa

26 sep 2017 / 07:07 h - Actualizado: 26 sep 2017 / 07:07 h.
"Música"
  • Aurora López, cantante y guitarra de Amphetamine Discharge, banda que vuelve a la carga. / El Correo
    Aurora López, cantante y guitarra de Amphetamine Discharge, banda que vuelve a la carga. / El Correo

La segunda mitad de la década de los noventa tuvo en los sevillanos Amphetamine Discharge a uno de los referentes de la escena nacional independiente más aguerrida, merced a una colección de trallazos de alma hardcore, energía punk y vitalidad pop. Un cóctel perfecto para atrapar el éxito, al menos en aquella coyuntura, algo que consiguieron con temas tan contagiosos y directos como I just wanna kiss –repetido en la tele hasta la saciedad como melodía de un anuncio de refrescos– o Gonna be alright. Su debut, Rotaflex (Roto, 1994), fue un soplo de aire fresco que tuvo continuidad en otros dos discos: Parking (mismo sello, 1996) y We come to smash this time (Pussycats, 1998); más el recopilatorio I just wanna kiss (Edel Music, 1998).

El frenesí fue tal que la banda acabó quemada por el ritmo de conciertos –más de un centenar al año– y, si bien nunca se disolvió, pasó al olvido durante años. Tras dos intentos en 2010 y 2015 –reaparecieron en el Festival Radiopolis–, por fin este 2017 ha marcado su regreso. Primero a las tablas, en marzo, cuando ofrecieron un trepidante show en la Sala X; y ahora, al mercado, ya que el pasado viernes 15 salió a la luz Raise your addiction, el epé de cuatro canciones con el que vuelven a por todas: «Estaríamos encantados de que se repitiera la historia», admite Aurora López (voz, guitarra) antes de explicar las razones de este desfase entre concierto y disco: «Se ha retrasado porque no sabíamos quién lo iba a editar, entramos en negociaciones con Clifford pero ya se echó encima el verano y decidimos esperar a septiembre porque era un momento más adecuado», cuenta la cantante. «Hemos estado dando unos pocos conciertos en salas pequeñas porque queríamos esperar a sacar el epé. Estamos trabajando en una gira, igual que en la web y las redes sociales. Todo eso conlleva su tiempo y dedicación», relata Aurora sobre los planes inminentes.

OTRO EPÉ MÁS ‘EN MANTECA’

Y no se quedan ahí, ya que tienen en la recámara más temas: «Estamos preparando la segunda parte, que se grabará también en la Factoría Dalton. Será otro epé con cuatro temas que entraremos a grabar a finales de octubre o primeros de noviembre. Ya están compuestas las canciones y listas para entrar en el estudio», revela. Se trata de «una historia correlativa», que tendrá continuidad con Raise your addiction a través de las portadas, obra de Guillermo Moreno.

Amphetamine Discharge apuestan por este formato porque «el hecho de sacar un disco completo con 14 canciones es absurdo hoy día», expone la frontwoman, que deja claro que «la historia de volver no es en plan revival sino con un producto totalmente nuevo y porque creemos que tenemos aún cosas que decir».

Y es que, aunque en la horquilla estilística en que se mueven resulta complicado sonar original, fresco o no repetitivo, Aurora advierte que en este epé «hay evolución. Creo que en cuanto a composición se nota que hemos madurado, hay otro concepto y es menos adolescente. Hemos buscado una mayor complejidad. Creo que el disco refleja que ha pasado el tiempo pero la esencia de Amphetamine Discharge sigue ahí, igual que la vitamina y la energía».

Y eso también tiene que ver con la filosofía del grupo, en el que «el protagonismo está en los temas, no en cada uno. No todo el mundo entiende ese concepto ni trabaja de esa manera», apunta en alusión a las dificultades que han tenido a la hora de reclutar un baterista (Tatu Martín) que acompañe a los históricos Joaquín Díaz (guitarra) y José Antonio López (bajo).

Aurora retoma el discurso ambicioso al hablar del futuro: «Cuando empezamos no lo hicimos desde aquí, sino que saltamos directamente a Madrid. Ahora mi pretensión es la misma», si bien es consciente de que «se ha dado la vuelta a la tortilla, habrá que adaptarse». Y es que, a fin de cuentas, «lo importante es que la gente disfrute y a ver qué pasa. Si no pasa nada, tampoco se acaba el mundo. Somos cuarentones y si hemos vuelto es porque queremos, porque nos gusta lo que hacemos y teníamos el gusanillo, pero no pasa nada si hubiera que apearse del tren».

MELODÍAS MUY ADICTIVAS Y MÁS POTENCIA QUE ANTAÑO

El regreso al ruedo del cuarteto sevillano en forma de epé se enfrenta al hándicap de casi 20 años de silencio, los transcurridos desde su última producción discográfica, pero a buen seguro que logrará aumentar la adicción de muchos de sus seguidores de antaño, o los que se sumen ahora, merced al tino de la banda a la hora de crear melodías pegadizas y directas como Poison Fruit, el tema que abre el disco. Un disco que se grabó en la Factoría Dalton, en San Fernando, con la producción de Josema Dalton, que a su vez pone la guitarra en ese corte inaugural, quizás el más pegadizo aunque no tan potente y original como el que le sigue, Boo’Ya Moon, donde se combinan las guitarras de Joaquín Loco de Marlo Díaz y Nur Wong (Furia Trinidad), al tiempo que las voces de Aurora y la otra mitad de Furia Trinidad, Goli Supersummer. De nuevo Kimberly Nur Wong aparece en el tercer corte, Trouble in Heaven, esta vez para doblar las voces a Aurora en el tramo final de una canción muy del estilo Amphetamine. Y, como cierre, Twin-A, dedicado a los mellizos de uno de los miembros de la banda, un trallazo de minuto largo que recuerda a The Muffs. Un bonito final para un bonito retorno en vinilo naranja –también en cedé– editado a medias entre el grupo y el interesante sello almeriense Clifford Records.