La primera entrega de uno de los proyectos cinematográficos más ambiciosos del director de Tabú, y de la historia del cine portugués en general, se articula en un prólogo y tres cuentos inspirados en la estructura y el espíritu de los que Scheherezade contaba al sultán Schariar para evitar su muerte, pero trasladados a Portugal y su severa crisis económica. Tras el prólogo, que habla de la paulatina pérdida de derechos sociales, Gomes nos presenta un cuento en el que unos burócratas y banqueros sufren una curiosa maldición, otro en el que un gallo molesta con su canto a una comunidad sorda y borrega ante unas elecciones con candidatos burdos e ignorantes, y otro más sobre los preparativos de un baño en el mar en pleno enero al que se entregan inconsciente e incondicionalmente los habitantes de un pueblo maltratado. La cinta mantiene un tono grotesco y desafiante ante la incompetencia del gobierno luso, de los gobiernos en general, siempre con el elemento fantástico presente. Abruma el ingenio del director y su equipo para recopilar historias y convertirlas en narraciones entre la comedia y lo maravilloso, siendo precisamente los pasajes más convencionales, como los testimonios de víctimas muy identificables de la crisis, los menos interesantes por ser los más comunes y previsibles.
Las mil y una noches
El inquieto
(***)Sección oficial. Portugal-Francia-Alemania-Suiza, 2015. 125 minutos. Dirección: Miguel Gomes. Intérpretes: Joana de Verona, Diogo Dória, Gonçalo Waddington, Rogério Samora.