«Hoy los poetas jóvenes solo se leen entre ellos»

El sevillano José Antonio Moreno Jurado regresa a la poesía con ‘Veinte momentos de lucidez’ (Point de Lunettes)

03 ene 2017 / 19:43 h - Actualizado: 03 ene 2017 / 23:22 h.
"Literatura"
  • El escritor y doctor en Filología Clásica José Antonio Moreno Jurado. / El Correo
    El escritor y doctor en Filología Clásica José Antonio Moreno Jurado. / El Correo

Veinte momentos de lucidez (Point de Lunettes) es el título del nuevo poemario de José Antonio Moreno Jurado. «Puede que el último», advierte. «En él he querido recoger veinte instantes en los que una ciudad, un libro, una escultura, un paisaje, se transforman en un pensamiento sobre la realidad y la belleza», resume.

En este sentido, el autor, sevillano de 1946 y Doctor en Filología Clásica, juega con la idea del fin del culturalismo. «La verdad es que en cada poema se funden la cultura y la vida, como si fueran una misma cosa. Pero todo es parte de mi forma de ser, es como soy yo en realidad».

Del Laocoonte del Museo Vaticano a los versos de Virgilio, pasando por la Lisboa de Pessoa y Camoens, Santa Sofía o ciertos paisajes de la sierra de Aracena que rememoran la unión con lo sublime de los filósofos, el volumen recorre muy diversos escenarios y estímulos. «¿Es eso culturalismo? Yo diría que es tan solo una forma de ser, o de sentir», asevera Moreno Jurado.

Sobre su pesimismo acerca del género, el autor de los Cuadernos de un poeta en Mazagón comenta que «los editores no sacan poesía, casi todos los libros que ven la luz están pagados por los escritores. Y es muy difícil escribir algo que ni siquiera se lee», lamenta. «Hoy los poetas jóvenes solo se leen entre ellos, sin tener en cuenta que detrás tienen una tradición. La metáfora y la imagen han desaparecido por completo. Se escribe poesía como si se contase una anécdota periodística. La musicalidad, la palabra misma, importan un pimiento. Me siento desplazado por completo de lo que se hace hoy», agrega.

No obstante, cree que «la poesía de verdad es siempre un instante de lucidez. Se dice que la primera palabra del poema te la conceden los dioses, el resto es esfuerzo. En mi libro ese esfuerzo va dirigido a poner en contacto lo bello poético con la propia realidad, lo que has aprendido, tu experiencia».

Moreno Jurado recuerda que ya de su libro Fedro –recientemente reeditado por La Isla de Siltolá– «se dijo que iba en contra de los poetas lapislázuli, de ese culturalismo que empezó a dejar de ser tal porque se convirtió en algo frío, de adorno. En algo que no tiene nada que ver con estos Veinte momentos de lucidez», subraya.

¿Puede hoy la poesía cambiar algo? «No puedo decir, como Celaya, que sea un arma cargada de futuro», reconoce Moreno Jurado. «Sí estoy convencido de que la cultura impediría necesariamente la violencia. Eso es importante en el mundo en que estamos, las cosas podrían plantearse de forma distinta si entendemos la cultura en un amplio sentido, como educación, como vía de aceptación de los otros. Eso sí puede cambiar el mundo»

Sobre la posibilidad de que este sea su último libro, concluye que «creo que tengo dichas tantas cosas, que tal vez sea hora de callarse, porque no hay peor cosa que repetirse a uno mismo, que puede llegar a parecerse a un besamanos de las vírgenes de Sevilla. Aunque tengo por ahí algo pequeñito, que no sé si querrá algún editor...».