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El director de ‘Ikaro’, Alfonso Chaves (a la izquierda) durante un momento del rodaje de la película en Sevilla. / El Correo -
Una imagen aérea de una de las escenas del filme rodada gracias al uso de ‘drones’. / El Correo -
Cartel anunciador del filme. / El Correo
La preproducción de la película Ikaro comenzó en 2013. Tres años después sería una realidad. Y el próximo 23 de marzo (a las 20.30 horas) en el cine Los Arcos de Sevilla conocerá su estreno. Sin embargo, todo comenzó mucho antes. Exactamente en 1984, cuando se estrena en España Cazafantasmas. Aquellos fotogramas impactaron de manera rotunda al sevillano Alfonso Chaves León. Luego llegaría a su vida la que iba a ser su otra pasión, las artes marciales. ¿Cómo conjugar ambos mundos? «Ikaro es el resultado, es un proyecto absolutamente personal, una película de acción que llevaba muchos años queriendo hacer», cuenta.
Dice el realizador que en España «el cine de acción apenas está arraigado; prácticamente casi todo lo que se hace tiene que ver con la comedia, el drama o el cine de terror», lamenta. El principal problema que conlleva el cine de acción no es otro que el de los grandes presupuestos que han de manejarse. «Era consciente de esa dificultad añadida, por eso me he rodeado de un equipo de especialistas que confirieran al filme la dignidad suficiente para poder mover luego la película», argumenta. De momento, Ikaro se ha proyectado en festivales de Rumanía, Los Ángeles y Sudáfrica. «Tras los pases en cine que estamos haciendo ahora estamos centrados en la fase de distribución online, para que pueda verse en streaming», avanza. «Lo que sí puedo decir ya es que se han cubierto mis expectativas; la película podrá gustar más o menos, pero no deja indiferente, no aburre», defiende su máximo responsable, seguidor de los trabajos de directores ‘made in USA’ como John Woo (Hervidero, Misión imposible 2) y Paul Greengrass (Captain Phillips, Jason Bourne).
Ikaro ha contado con un «presupuesto muy ajustado». No esconde Alfonso Chaves que alumbrarla ha sido una aventura personal para la que no ha recibido una sola subvención. «Por eso cuando la gente la va viendo y te felicita el orgullo es todavía mayor; hemos hecho varios ajustes y creo que el resultado es muy satisfactorio. Es un filme digno», opina. Con más de 50 localizaciones la cinta tiene hechuras de superproducción a escala de una película (muy) independiente. «Esto no es un grupo de amigos que se ha reunido para hacer un largometraje; se han hecho castings y se ha contado con grandes técnicos. He querido demostrar que el cine de acción en España existe», añade. Aunque con formación en el ámbito audiovisual, Alfonso Chaves se define como un autodidacta dispuesto a no quedarse aquí. «Tengo más proyectos que espero sacar adelante», avanza sin dar más pistas.
Por el momento, Ikaro promete ser una película «dura, realista y con una historia oscura, aunque en el fondo subyace un mensaje de esperanza y superación que para mí es muy importante». La cinta cuenta la historia de León, un asesino a sueldo con un pasado destruido debido a su complicado trabajo, la irrupción de su ex-mujer hará que vuelva a la acción con un último encargo, hacerse con Íkaro. «No falta ni uno solo de los ingredientes del género; hay persecuciones, explosiones, tiroteos, peleas cuerpo a cuerpo y sexo», desgrana el autor. «Teniendo en cuenta las limitaciones hemos hecho frente a escenas muy complejas, como una persecución de coches de un minuto y medio para la que invertimos tres días enteros de rodaje», dice.
Otro de los aspectos fundamentales es la imagen en sí que desprende la película. «Tenía muy claro que quería dar una sensación de estar ante una película americana; para ello el tono severo de los personajes, la fotografía y el uso de drones ha sido fundamental. Hay muchas tomas desde el aire que dan espectacularidad al filme, como la que rodamos en una presa», concluye. Filmada en diversas localizaciones de Sevilla y su provincia, así como en Peraleda de la Mata (Cáceres), Ikaro, con un equipo formado por más de 80 personas, esta protagonizada por Myr Garrido (La sonata del silencio), Sergio Hurtado y Juan Cano (acaba de terminar la grabación de la serie Perdóname señor), también coproductor de este proyecto.