Inquietante, hipnótico y sumamente cautivador, así es este espectáculo, una singular performance cargada de imágenes conmovedoras y desafiantes con las que Dimitris Papaioannou se propone suspender el tiempo.
Constituir la obra de arte con el cuerpo humano en movimiento no es algo nuevo. Las primeras performance datan de los años 70 del siglo pasado y aunque en sus inicios eran propuestas de artes pláticas, no tardaron mucho en dialogar con el teatro y la danza contemporánea. Lo curioso de esta propuesta es que, más que dialogar, consigue aunar todas esas disciplinas creando un todo del que es difícil separar alguna de sus partes.
El relato se constituye como una sucesión de imágenes en movimiento que recrean un universo onírico de seres hermafroditas, terrenales y míticos a un tiempo. Los cuadros trascurren sin un fondo musical ni un orden aparente, aunque sí tienen un hilo conductor, el mito de Sísifo, hijo del dios Eolo y rey de Corinto, que destacó por su ingenio y sabiduría. No en vano consiguió burlar dos veces a la muerte, aunque al final fue condenado a pasarse la eternidad subiendo una colina con una enorme piedra a los hombros que se le caía antes de llegar de la cima. De ahí que la piedra sea uno de los elementos fundamentales de este espectáculo. Aunque más que reproducir el mito, Papaioannou se sirve de él para reflexionar de forma simbólica sobre la situación su país.
Cabe destacar la gracilidad y limpieza técnica de los intérpretes, así como la sencillez de los materiales con los que el artista griego consigue recrear todo ese marco simbólico de estética surrealista. Una estructura de material blando recubierta de escayola, una gran tela de plástico, una escalera de aluminio de uso doméstico, cintas adhesivas y piedras de diferentes tamaños y formas. Claro que todo ello se reviste con un exquisito diseño de iluminación, a cargo del mismo Papaioannou quien también ha diseñado el vestuario, que remite a la pintura de Magritte. Lástima que la escena final, que supone la única concesión teatral de la obra, no acabe de descolocar al espectador como debiera.
Obra: Still Life
Lugar: Teatro Central, 20 de enero
Compañía: Dimitris Papaioannou
Concepto visual y dirección: Dimitris Papaioannou
Intérpretes: Prokopis Agathokleous, Drossos Skotis, Costas Chysafidis, Christos Strinopoulos, Kalliopi Simou, Pavina Andriopoulou, Dimitris Papaioannou
Calificación: ****