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Imagen de archivo de la Banda Sinfónica Municipal en la Sala Chicarreros. / Paco Cazalla
La que quizás sea la formación musical más prestigiosa del mundo, la Orquesta Filarmónica de Viena, se fundó en 1842. Sin embargo, muy lejos de la capital austriaca, en Sevilla, la Banda Sinfónica Municipal ya llevaba dos años en funcionamiento. Esto la convierte en la agrupación musical -no militar- más antigua del mundo. Es la conclusión a la que se ha llegado tras una investigación llevada a cabo durante los pasados meses encaminada a esclarecer la fecha de nacimiento de la Banda, para la cual se ha contado con la colaboración de especialistas como el músico y compositor Abel Moreno, las aportaciones bibliográficas de otros investigadores en la materia y, sobre todo, con la aportación de importantes pruebas documentales por parte de la Hermandad de la Amargura.
El estudio ha determinado que desde 1838 existía en Sevilla una banda profesional, siendo su director y algunos de sus músicos funcionarios públicos. Asimismo, el estudio recoge que “no existe constancia” de ninguna banda de carácter civil conformada antes de esa fecha.A esta conclusión se llega cruzando los documentos del propio Ayuntamiento, como las hojas de servicio que reconocen la antigüedad de algunos miembros como funcionarios desde el 27 de agosto de 1838 con otras pruebas, como los recibos hallados en los archivos de la Hermandad de la Amargura para pagar los servicios de una formación integrada por estos músicos. Y es que el recibo de cobro a la Hermandad de la Amargura por la prestación de servicios para la Semana Santa de aquel año data del 14 de abril de 1838.
La investigación al respecto, sostiene que Andrés Palatín Palma, quien constaba como Músico Mayor del Ayuntamiento de Sevilla y lideraba la banda de música que actuaba en todos los actos oficiales, cuyos servicios eran remunerados, consiguió para él y para otros miembros que el Ayuntamiento de Sevilla le reconociese su antigüedad como músicos funcionarios municipales desde el 27 de agosto del año 1838.
El director actual de la formación, Francisco Javier Gutiérrez Juan, asegura que esta información que ahora sale a la luz no solo tiene interés y valía musicológica. “Demuestra que esta es una formación que nunca, ni un solo día, ha dejado de tocar por y para la ciudad de Sevilla, por lo que de no haber existido, la historia musical de la urbe hubiera sido radicalmente distinta”. Con todo, Gutiérrez Juan avanza que “quedan datos por salir a la luz”. La Banda Sinfónica Municipal “se ha convertido, desde hoy, en una de las instituciones más longevas del país, a la altura por ejemplo de la Universidad de Salamanca”. “Además -continúa- el nivel de sus músicos a lo largo de la historia ha sido altísimo, como lo es también ahora, con profesores que han tocado a las órdenes de grandes maestros como Zubin Mehta y Daniel Barenboim”.
Sin embargo, el máximo responsable del conjunto todavía señala que “hay que seguir trabajando para despejar muchos prejuicios”. “Cuando vamos al Lope de Vega lo llenamos, igual que hemos hecho cuando hemos podido subir al escenario del Teatro de la Maestranza, pero estas ocasiones no suceden con la asiduidad que quisiéramos”, lamenta. Gutiérrez Juan también critica la tasa de reposición cero de los funcionarios que la integran, y lucha por tener una “temporada estable” que le confiera a la Banda una visibilidad similar a la que gozan la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y la Orquesta Barroca de Sevilla. “En España tenemos excelentes orquestas, pero ninguna está a la misma altura que las más grandes del mundo, sin embargo si de algo podemos sacar pecho es del inmenso e insuperable nivel de nuestras bandas, entre ellas la de Sevilla”, ha concluido.