El Festival de Cante Jondo Antonio Mairena fue creado a raíz de que el mejor cantaor local de todos los tiempos, Antonio Mairena, recibiera en Córdoba la III Llave de Oro del Cante, en 1962. Era una manera de apoyarlo y encumbrarlo y durante décadas este festival fue el mejor de todos. Hoy no es ni la sombra de lo que fue, pero sigue ahí y para los maireneros es su cita más importante después de la que tienen cada primavera con su centenaria y célebre feria.
Como Antonio Mairena era el alma y el motor del festival, cuando desapareció, en 1983, todo empezó a venirse abajo. En el Ayuntamiento han puesto siempre mucho empeño, pero poca cabeza, que es lo que le sobraba a Antonio Mairena, quien supo leer como nadie lo que ocurría en el mundo flamenco de la época y convertir el festival de su pueblo, su festival, en la primera referencia del país.
Una cosa que han hecho bien tanto en el Ayuntamiento como en la Casa del Arte Flamenco, la peña local, es darle un giro al festival, que no se quedara solo en dos grandes noches de flamenco, contando con el concurso. Crearon una semana cultural como pórtico a la gran cita y esto le ha dado otro aire, un aspecto más cultural y docente, con exposiciones, mesas redondas, charlas y recitales sueltos. Algo que empezaron a hacer en Arahal hace más de un par de lustros y que hacen ya también en Lebrija o en La Puebla de Cazalla.
Este año, por ejemplo, hay dos masterclass, una de Farruquito y otra del cantaor palaciego Miguel Ortega, organizadas por la Academia de Vanesa Montaño, que se celebrarán los días 29 y 30 de agosto. Flamenquedada es una apuesta por atraer a los jóvenes, puesto que no van mucho por la peña ni por el festival o el concurso. Se celebrará esta misma noche. Y habrá conciertos dedicados a Jerez y Málaga, todo como preámbulo al concurso y el festival. Y hasta una cita para los niños.
El Concurso de Cante Jondo acusa también la desgana de estos tiempos. En sus buenos tiempos fue el mejor junto con el Nacional de Córdoba y el de las Minas, pero cayó en la rutina y no levanta cabeza. También es verdad que no solo va mal este concurso, sino todos, porque están en clara decadencia desde hace tiempo, al no ser ya tan necesarios como lo eran hace medio siglo para descubrir a nuevos valores. Recuerdo que cuando alguien ganaba un primer premio en Mairena al día siguiente ya estaba recibiendo ofertas para grabar un disco y se hacía figura. Hoy no pasa eso.
El concurso, por cierto, está dedicado este año al guitarrista y cantaor lebrijano Pedro Peña, quien estuvo muy ligado siempre a Antonio Mairena y el festival. Es una manera de reconocerle su cariño hacia Mairena y, en general, en favor de esa manera de concebir el cante que hay en este pueblo.
Todo se cierra con la gran noche, el Festival de Cante Jondo Antonio Mairena, en la Casa Palacio, uno de los mejores marcos que conozco para escuchar y ver una buena noche de flamenco. El cartel de este año mejora los de ediciones pasadas, con José Mercé, Esperanza Fernández, Manuel Cástulo, Antonio Reyes y la gran bailaora Milagros Mengíbar, con las guitarras de Alfredo Lagos, Diego del Morao, Miguel Ángel Cortés, Rafael Rodríguez y Pepe de Pura.
Será el día 2 de septiembre, una nueva cita con Mairena del Alcor, el pueblo donde nació uno de los mejores cantaores de la historia.