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La cita flamenca de este fin de semana es en Morón de la Frontera

La 51 edición del Gazpacho Andaluz rendirá tributo al gran José Menese

Manuel Bohórquez @BohorquezCas /
13 jul 2017 / 23:23 h - Actualizado: 13 jul 2017 / 23:23 h.
"Flamenco","La Gazapera"
  • La 51 edición del Gazpacho de Morón rendirá homenaje a José Menese. / Paco Cazalla
    La 51 edición del Gazpacho de Morón rendirá homenaje a José Menese. / Paco Cazalla

La cita ineludible del fin de semana para los flamencos es en Morón de la Frontera, donde tendrá lugar el 51 Gazpacho Andaluz, un clásico de los festivales de verano, que en esta edición homenajeará a José Menese. Y un superviviente, porque este festival ha atravesado por etapas muy delicadas pero sigue ahí, además sin renunciar del todo a su esencia, al espíritu con el que fue creado hace medio siglo, cuando el genial guitarrista gitano Diego del Gastor era todavía el jefe de la tribu flamenca y todo o casi todo giraba en torno a él.

Morón es uno de los pueblos de Andalucía con más historia flamenca. Allí fue donde Silverio Franconetti empezó a hacerle la corte al cante, a mediados del XIX, porque emigró a esta localidad cuando se quedó huérfano de padre. Su hermano mayor, Nicolás, tenía abierta una sastrería y tiró de su madre y hermanos. Según le contó el propio Silverio a Demófilo, se aficionó a escuchar a los gitanos en sus fraguas, al Fillo, aunque el padre de los hermanos Machado no aclaró si se refería al padre o al hijo.

En cualquier caso, está claro que Silverio se enamoró del cante de los gitanos siendo un niño de escasos años y que esa etapa marcaría su carrera como cantaor hasta el final de sus días, en 1889. Por tanto, es Silverio la personalidad flamenca más importante de Morón, aunque en realidad naciera en la Alfalfa en 1831. Curiosamente, Silverio, el Fillo hijo, la Andonda, Diego del Gastor y Joselero no eran naturales de este pueblo, pero a la hora de escribir su historia flamenca son nombres fundamentales.

Si hay una característica que hay que destacar en el Gazpacho es que han procurado siempre que el festival oliera y supiera a Morón, haciendo honor a aquello que dijo Antonio Mairena, que la pureza del cante estaba en el sabor al paisaje. Morón tiene su olor y sabor flamencos, su propia escuela de guitarra, la de Diego, y de baile, porque de allí era Pepe Ríos, por citar a otra figura clave de este pueblo. También era moronero Diego Bermúdez Cala El Tenazas, el cantaor que ganó el Concurso de Cante Jondo de Granada de 1922, compartiendo laureles con el niño Manolo Caracol.

El Gazpacho está acusando lo que otros muchos festivales de verano: la ausencia de artistas del corte de los que componían sus primeros carteles: Juan Talega, Perrate, Antonio Mairena, Manolito el de María o jóvenes como Lebrijano, Menese o Miguel Funi. Aquellos gazpachos de los años sesenta y setenta que ya no volverán nunca, porque lo que no puede ser no puede ser, y además es imposible, como dijera El Guerra.

No recuerdo un cartel como el de este año, con solo dos intérpretes del cante y, además, mujeres: Maite Martín y Argentina. Sin duda son dos grandes cantaoras y con estilos muy distintos, aunque estén lejos de lo que el cante ha representado siempre en Morón y en este festival. Por tanto, es una apuesta valiente y arriesgada la de mañana. Y, al margen de estas cantaoras, con un marcado acento local porque estarán las bailaoras Juana Amaya y Carmen Lozano, con Antonio Canales, que es trianero. Asimismo, las escuelas municipales de guitarra y baile, y el toque en concierto de Juan Torres.

Será mañana sábado en la plaza del Ayuntamiento, a partir de las diez de la noche, esperemos que sin calor, algo poco probable. Hermosa plaza moronera que seguramente registrará un lleno importante, porque en Morón siguen teniendo ganas de flamenco y de disfrutar de él a cielo abierto, no en un teatro con aire acondicionado como hacen ya en Lebrija y Arahal. En Morón, de momento, se canta, se baila y se toca bajo las estrellas.