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Cientos de turistas abarrotaron el centro de Sevilla durante el puente del 12 de octubre. / Manuel Gómez
«Un éxito sin paliativos». Así define el alcalde, Juan Espadas, lo que ha supuesto el puente del 12 de octubre para la ciudad desde un punto de vista turístico, básicamente porque se ha conseguido «un nivel de ocupación total» pese a la adversa climatología. Pero, insiste, Sevilla no puede vivir de impulsos como supone un puente festivo, el objetivo es mantener un nivel medio alto durante todo el año. Y para ello, Espadas cree que ya tiene la receta, aunque ahora haya que cocinarla: confeccionar una oferta cultural «potente y de calidad» que incremente la estancia media de los turistas en la ciudad, que ahora mismo es de dos días y dos noches.
«No tenemos que conformarnos con lo que la imagen y la marca Sevilla son capaces de atraer por sí mismas ni con momentos exitosos concretos, sino que debemos conquistar nuevos mercados y realizar más y mejor promoción y con una oferta más amplia. Ese es el camino», apostilla el regidor. Y por cultura no se entiende sólo mejorar el aspecto patrimonial, sino consolidar un calendario lo suficientemente atractivo de conciertos y exposiciones y que esté rematado con la suficiente antelación para que puedan hacerse campañas promocionales concretas.
Es por ello que el alcalde insiste en que, junto a la ampliación de la oferta cultural, el trabajo ha de centrarse también en la búsqueda de nuevos mercados y segmentos específicos y en la presencia de la ciudad de Sevilla en las ferias monográficas internacionales, así como en «las sinergías» aportadas por la colaboración ya abierta con Málaga, cuyas propuestas en materia turística «son complementarias». En todos estos aspectos, Espadas ha recordado que se va a trabajar de la mano de Málaga con el objetivo de aumentar la posibilidad de atracción para el potencial turista.
Y es que este puente ha resultado «bastante bueno», como revelan los datos facilitados al Consorcio Turismo de Sevilla por las asociaciones empresariales representativas de las diversas actividades del negocio turístico en la ciudad. Entre ellos destaca que la ocupación hotelera media alcanzó un 95 por ciento a pesar de las lluvias anunciadas (y finalmente caídas), que no provocaron cancelaciones relevantes, mientras que el consumo en hostelería tan sólo se resintió en las terrazas, de ahí que sus ingresos rondaron los contabilizados en el puente del Pilar de 2014.
Tanto en los hoteles como en los bares y restaurantes de la ciudad también tuvo un impacto «muy positivo» la celebración de un congreso de la Sociedad Española de Prótesis Estomatológica y Estética (Sepes) en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla (Fibes) con la presencia de alrededor de 3.500 personas. Muchos de los participantes aprovecharon la cita profesional para alargaron su estancia y disfrutar de todo el puente.
Igualmente el aeropuerto de San Pablo registró un incremento del 9,7 por ciento de vuelos, con un total de 475 movimientos, y un 8,4 por ciento en los asientos ofertados. Llegaron más visitantes a la ciudad y eso se notó principalmente los principales monumentos de la ciudad. Un dato lo refrenda: entre el día 9 y el 12, por las dependencias del Real Alcázar pasaron 25.702 personas, todo un récord «en un año ya de por sí de récord».
Mientras se digieren estos datos, la ciudad recibe estos días la visita de una delegación de agentes de viajes estadounidenses de la firma Virtuoso, la mayor red de la industria turística de lujo, en un viaje de familiarización organizado por la sociedad Made for Spain en colaboración con la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y del Deporte de la Junta. Visitarán la Catedral, el Alcázar y el barrio de Santa Cruz.