La virgen de agosto: cuando la serenidad es capaz de producir un milagro

Trueba sigue durante quince días las andanzas de Eva, una mujer de treinta y tres años que de forma consciente ha decidido quedarse durante el mes de agosto en la ciudad de Madrid

16 ago 2019 / 14:23 h - Actualizado: 16 ago 2019 / 14:48 h.
"Críticas"
  • La virgen de agosto: cuando la serenidad es capaz de producir un milagro

La virgen de agosto ****

España 2019 129 min.

Dirección Jonás Trueba

Intérpretes Itsaso Arana, Vito Sanz, Isabelle Stoffel, María Herrador, Mikele Urroz, Simon Pritchard, Francesco Carril, Joe Manjón.

Drama

Con una industria con los estándares muy marcados, el director madrileño Jonás Trueba presenta con su corta filmografía: Todas las canciones hablan sobre mi (2010), Los ilusos (2013), Los exiliados románticos (2015) y La reconquista (2016), unas reconocibles señas de identidad, una marcada independencia y un estilo propio. Trueba compagina cine con la docencia y desde el año 2013 forma parte del proyecto Cine en curso, proyecto de pedagogía del cine y con el cine en centros educativos. Es el director de la iniciativa Quien lo impide, una línea de investigación sobre el complejo e incomprendido mundo de la adolescencia. Formada por cuatro piezas, son cuatro películas descaradas y originales, de las cuales pudimos ver dos en el pasado Festival de Cine de Sevilla.

Sin salir de lo escenarios urbanos que caracterizan su obra, Trueba sigue durante quince días las andanzas de Eva, una mujer de treinta y tres años que de forma consciente ha decidido quedarse durante el mes de agosto en la ciudad de Madrid. En dos semanas, el deambular de la protagonista, los encuentros y las relaciones que establece en ese Madrid en fiestas, le ofrecerá la oportunidad de enfrentarse con su pasado, disfrutar del presente y mirar con optimismo el futuro.

La película se construye con naturalidad, casi sin esfuerzo, y narrativamente hablando nos propone de forma limpia y nítida que nos dejemos llevar y seducir por la adorable Eva. Sin problema, lo hacemos con gusto y Trueba consigue que nos ilusionemos con ella. Un mes de agosto para vivirlo, disfrutarlo; con la calma, las nuevas amistades, la tranquilidad, las veladas, los reencuentros, las celebraciones y las juergas. Como no dejarse llevar por la admirable y sutil interpretación de Itsaso Arana y el acertado grupo que la acompaña. Las acompañamos con gozo en su viaje; fresco, tranquilo, festivo y sanador. Es una película tan lúcida y brillante como pudiera serlo un milagro.