La joven compañía de danza, Hermanas Gestring parece haber encontrado un lenguaje escénico propio que juega con el surrealismo y el humor de lo absurdo dentro de los márgenes de la performance. Podemos apreciarlo en este montaje, en el que las dos bailarinas juegan, con la frescura y la desvergüenza que les caracteriza, con la idea de su propia muerte.
La primera escena comienza con la recreación de un sobrecogedor ambiente, solemne y sepulcral. Vestidas de negro, Greta y Laura caminan hacia atrás en el escenario perfilando un hermoso símbolo de nuestra condición mortal. Las luces tenues, el humo y el espacio sonoro recrean un ambiente envolvente que nos atrapa, sobre todo cuando ambas, con un maillot que dibuja la imagen de su esqueleto, entrelazan sus cuerpos con una pieza de danza cargada de intensidad dramática. Pero una vez que termina este número las bailarinas se visten de blanco y todo cambia. A partir de ahí la obra se dirige hacia un relato en el que prima el surrealismo y el humor de lo absurdo. La danza cede su protagonismo a la palabra, tanto hablada como cantada, y la obra se convierte en un juego escénico en el que la idea central, la muerte, no es más que una excusa para que ellas den rienda suelta a su imaginación, que aunque desbordante y desenfadada acaba jugándole una mala pasada.
La obra cuenta con una cuidada producción, fruto del crowfunding. Tanto la iluminación de Benito Jimenez, como el vestuario de Anna Jonsson, el espacio sonoro a cargo de LCC, Mopa, Diego Caro y Lorenzo Soria y las proyecciones de Diego Caro otorgan a la puesta en escena un entramado formal que raya la excelencia. Pero, por desgracia, no se puede decir lo mismo con respecto al contenido. Y es que, en su empeño por descolocar continuamente al espectador las Gestring, aun demostrando gracilidad y expresividad, así como dominio y limpieza técnica, van dejando la danza en un segundo plano para entregarse a un discurso humorístico un tanto deslavazado que se atreve incluso a jugar con la idea de la muerte por violación. Es humor, sin duda, pero maldita la gracia.
Obra: A muerte
Lugar: Teatro Central 24 de noviembre
Compañía: Hermanas Gestring
Creación y dirección: Hermanas Gestring y David Climent
Asistencia dramática: Verónica Morales
Interpretación: Laura Morales y Greta García
Calificación: **
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