Las televisiones, de socio incómodo a soporte del cine en España

El papel de las cadenas como fuente de financiación del séptimo arte se ha hecho más vital que nunca por el agotamiento de otras vías como el recorte de las ayudas

29 mar 2015 / 10:43 h - Actualizado: 29 mar 2015 / 10:48 h.
"Cultura","Televisión","Cine español"
  • Los actores Luis Tosar y el debutante Jesús Castro, durante la presentación en Madrid de la película El niño. / El Correo
    Los actores Luis Tosar y el debutante Jesús Castro, durante la presentación en Madrid de la película El niño. / El Correo Magdalena Tsanis (Efe)

En el año más taquillero del cine español, las cuatro cintas con más recaudación tuvieron apoyo televisivo.

{De mero altavoz y socio incómodo, las televisiones han pasado a ser pilar esencial de la industria cinematográfica. En el año más taquillero del cine español –129 millones de euros en 2014–, las cuatro cintas con más recaudación tuvieron apoyo televisivo. Las producciones de Telecinco Cinema, lideradas por Ocho apellidos vascos y El niño, sumaron el 60% de esos ingresos, y casi otro 15% corresponde a Atresmedia Cine, con Torrente 5 y La isla mínima –vencedora además en los últimos Goya– a la cabeza. «Hemos pasado de ser el enemigo del cine, el diablo con cuernos, rabo y tridente, a una especie de socio incómodo y ahora sí, una parte importante de la industria», señala a Efe Álvaro Augustín, director general de la división de cine de Mediaset en España.

El papel de las cadenas como fuente de financiación del cine –al que les obliga la ley desde 1999 con el 5% de sus ingresos– se ha hecho más vital que nunca en los últimos años dado el agotamiento de otras vías: recorte de ayudas, subida del IVA, escasos incentivos fiscales. Pero justamente eso también ha despertado recelos. «Hay quien dice que al final se hacen solo las películas que quieren las televisiones, pero yo matizaría: las televisiones hacemos las películas que queremos hacer», un tipo de cine «más comercial», lo que «no significa mejor, ni peor», añade Augustín.

Pese a que durante mucho tiempo la obligación de invertir en audiovisual autóctono no resultaba rentable, las televisiones han acabado por hacer de la obligación virtud y en los últimos años las cuentas les empiezan a cuadrar. El caso más obvio es el de Ocho apellidos vascos, que ha pulverizado todos los récords de recaudación, pero también Lo Imposible (2012), Los ojos de Julia (2010) o la saga de Torrente marcaron hitos en su momento.

Las estrategias de una y otra cadena son algo diferentes. La de Paolo Vasile suele apostar por menos títulos y presupuestos mayores, pero en ambos casos se busca la diversificación.

«Coproducimos entre ocho y 10 películas al año e intentamos que sea una cartera variada, en géneros y perfiles», explica Mercedes Gamero, directora de Atresmedia Cine. Para este año, su gran proyecto es Palmeras en la Nieve, adaptación de la novela de Luz Gabás que contará con Mario Casas y Adriana Ugarte y un presupuesto de 10 millones de euros. «Es una de las mayores apuestas del cine español en los últimos años si exceptuamos películas como Lo Imposible o Regresión, que cuentan con financiación y reparto internacional y están rodadas en inglés», apunta la productora.

Por lo demás, su predilección por la comedia sigue siendo evidente con estrenos como Perdiendo el norte, de Nacho García Velilla, ya en cartelera, Cómo sobrevivir a una despedida, ópera prima de Manuela Moreno que debutará en el Festival de Málaga, o Ahora o nunca, una comedia romántica que contará con el actor de moda, Dani Rovira. Toro, de Kike Maíllo, que se rueda estos días entre Andalucía y Galicia; la próxima película de Rodrigo Cortés, Down a Dark Hall; El desconocido, un thriller con Luis Tosar y Javier Gutiérrez, o el regreso a la dirección de David Serrano con la comedia Esto hay que hablarlo completan su cartera.

En cuanto a Telecinco, destacan la secuela de Ocho apellidos vascos, lo nuevo de Alejandro Amenábar, Regresión, Cien años de perdón, de Daniel Calparsoro y el proyecto de animación Atrapa la bandera, además de Un monstruo viene a verme, de Juan Antonio Bayona.

Tanto Gamero como Augustín defienden la importancia de que también exista «otro tipo de cine» que «es maravilloso» aunque sus cadenas no participen en él, y defienden su coexistencia con el cine más comercial.

La alianza cine y televisión «está funcionando», dice Gamero. «Cada fin de semana se estrenan de siete a diez películas, y dado que no se puede competir en copias y publicidad con EEUU, la única manera de que el cine español tenga visibilidad es el apoyo de las cadenas». ~