Lejos de la popularidad y el reconocimiento que tuvo su cine en los años ochenta, cuando películas como El contrato del dibujante, El vientre del arquitecto, Conspiración de mujeres o El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante llenaban salas como las del desaparecido Corona de Sevilla, el reencuentro con Peter Greenaway nos sirve para comprobar que no ha perdido el nervio ni el entusiasmo, aunque su cine resulte ahora más cargante que nunca. El pretexto para este nuevo y fatigante derroche visual, tras delirios estéticos como Los libros de Próspero, El niño de Macon o The Pillow Book, es un viaje que el director ruso Sergei Eisenstein realizó a principios de los treinta a México para rodar ¡Viva México!, film auspiciado por simpatizantes americanos del comunismo, con el intelectual Upton Sinclair a la cabeza. Greenaway aprovecha para ofrecer un festín de colorido, tecnología digital, puesta en escena y recursos dramáticos como la pantalla partida y la profusión de imágenes de archivo. Pero más que al servicio de la gestación de un film y la crónica de una época, el director británico parece interesado en el despertar homosexual del protagonista, cuyo exhibicionismo grotesco y descarado encuentra el contrapunto ideal en la sensualidad latina y los modos de un genealogista que le sirvió de acompañante durante su hipotética visita a Guanajuato, que no se produjo en realidad, lo que hace sospechar que los acontecimientos ocurrieron en realidad en México capital. Ilustrada por los grandes éxitos de Prokofiev, de la Sinfonía Clásica a la Marcha de El amor por las tres naranjas, pasando por el inevitable Romeo y Julieta, Greenaway hace gala de un barroquismo extremo y un nervio histérico, dejando la pura y sincera emoción aparte pero sin traicionar lo que en última instancia es un homenaje a un gran artista para quien sus diez días en tierras americanas llegaron a estremecerle tanto como los que protagonizaron su clásico Octubre sobre la Revolución Socialista.
Eisenstein en Guanajuato
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Selección EFA. Holanda-México-Finlandia-Bélgica-Francia, 105 min. Dirección: Peter Greenaway. Intérpretes: Elmer Bäck, Luis Alberti, Maya Zapata, Asmus Slätis.
Juan José Roldán