Los Compadres atacan de nuevo

Tras sus sonados trabajos en internet, cine y TV, los actores Alfonso Sánchez y Alberto López se citan con Sevilla en Fibes como inicio de una gira teatral de sus personajes Rafi y Fali

28 dic 2016 / 08:00 h - Actualizado: 28 dic 2016 / 08:00 h.
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  • Fali y Rafi, en una imagen del nuevo cortometraje ‘Eso sigue siendo así’, última entrega internáutica de su trilogía sevillana. / El Correo
    Fali y Rafi, en una imagen del nuevo cortometraje ‘Eso sigue siendo así’, última entrega internáutica de su trilogía sevillana. / El Correo
  • Los actores, con Dani Rovira al presentar ‘Ocho apellidos vascos’. / El Correo
    Los actores, con Dani Rovira al presentar ‘Ocho apellidos vascos’. / El Correo
  • Escena de ‘El mundo es nuestro’, su primer largometraje. / El Correo
    Escena de ‘El mundo es nuestro’, su primer largometraje. / El Correo

En cualquier país con menos complejos que este, los autores de un revulsivo cinematográfico del calado de El mundo es nuestro (2012) ya habrían hecho otra media docena de películas y estarían montados en el taco artístico y monetario. Aquí, Alfonso Sánchez y Alberto López llevan cuatro años poco menos que pordioseando financiación para su siguiente largometraje, El mundo es suyo, también de desternillante planteamiento y de todavía incierto estreno. Por fortuna para ellos y para su millonaria (por extensa, no por rica) legión de seguidores, no paran de hacer cosas. Además de sus diez o quince cortometrajes en internet (el último, titulado Eso sigue siendo así), de sus apariciones en exitosas series de televisión y cine y de su experiencia teatral con Pérez Reverte en Patente de corso, ahora preparan el debut en Fibes, el próximo día 30, de la obra Compadres para siempre: la puesta de largo teatral de sus gloriosos personajes Rafi y Fali, con dramaturgia de Ana Graciani y la idea de que sea el punto de partida de una gran gira nacional a partir de mayo.

Estimulado por la idea de poner a sus personajes ante 4.000 personas, Alfonso Sánchez celebraba ayer el seguir gozando del favor del público, verdadero árbitro del trabajo del artista. «Nadie nos ha regalado nada», afirmaba. «Siguen sin regalarnos nada desde el establishment. Pero teniendo al público de nuestra parte, no necesitamos nada más». La clave de este éxito, debido precisamente en parte al empuje de esos dos personajes de Rafi y Fali que los han catapultado a la fama, estriba según Alberto López en no desvirtuarse. «La mejor forma de llevar el éxito en cualquier disciplina es siendo fiel a tus mecanismos de arranque y a tu idea original».

La sinopsis de Compadres para siempre cuenta que Rafi llega a casa de Fali con su maletita, porque su mujer lo ha echado de casa. Cuando se entera de la situación, la reacción de la mujer de Fali es amenazar a su marido con lo mismo si no larga de allí al intruso ipso facto. Así que Fali se pone a buscar una ocupación para que su amigo –que se jacta de ser un señor, pero en realidad no tiene dónde caerse muerto- pueda marcharse. Eso sí, no valdrá cualquier ocupación, porque, como ambos saben, lo que hacen los señores no es trabajar, lo que hacen los señores es montar grandes negocios; o dicho con más precisión: lo que hacen los señores es dar pelotazos.

Y mientras tanto, sin olvidar la película. «No hay problema: nosotros nos lo guisamos y nos lo comemos y somos inasequibles al desaliento», dice Alfonso Sánchez. «Tener un compañero de fatigas como Alberto López en un oficio tan complicado es un privilegio y algo por lo que dar gracia. Somos un poco Don Quijote y Sancho Panza. De hecho, nuestro espectáculo de Compadres para siempre es muy quijotesco».

Los datos de El mundo es nuestro fueron contundentes: 200.000 espectadores y unos 600.000 euros de taquilla, sin campaña de promoción. Ambos coinciden en que su segundo largometraje no le iría a la zaga, no hay más que escuchar el resumen de la historia que hacía Alfonso: «A los compadres Rafi y Fali, intentando dar el pelotazo, se les ocurre una idea brillante y fantástica: como España se está convirtiendo en un país de servicios dedicado al turismo internacional... pues montar la Euroferia. Ya que Eurovegas no ha sido posible, montar la Euroferia, que sea una feria de abril permanente, y entonces se van al núcleo del poder económico, político y fáctico a presentarles la idea y a buscar financiación».

«El guion es fantástico», dice Alberto. «Estamos viendo las comedias que se están haciendo en España y ninguna ha metido el dedo en la llaga de la España que nos está tocando vivir, esa España de rufianes y canallas que nos están avasallando por todos lados y de todos los bandos. Y te da que pensar. Somos dos tipos que ahora mismo no conviene que estemos haciendo pelis. Es así. Si no, habríamos hecho ya más de una, evidentemente. Solo tienes que ver las tramas de las comedias que se están haciendo en España: no pueden ser más blancas. No es normal que un país que ha dado tantos literatos, tantos artistas, tanta irreverencia, tanto conflicto y las generaciones del 27 y del 98, no es normal que el país esté como está y no haya un cine combativo real».