Más libros y más actividades para empezar el curso en las bibliotecas

La reactivación de las políticas municipales de fomento de la lectura se traduce en la inversión de 300.000 euros en títulos y en iniciativas para todas las edades

11 sep 2018 / 20:51 h - Actualizado: 11 sep 2018 / 21:01 h.
  • El delegado municipal de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, este verano en la biblioteca pública Felipe González. / Jesús Barrera
    El delegado municipal de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, este verano en la biblioteca pública Felipe González. / Jesús Barrera

Hace ya mucho tiempo que las bibliotecas públicas de Sevilla gobernadas por el Ayuntamiento dejaron de ser un balneario de moscas, un lugar severamente silencioso donde leer o nada. Hoy, volcadas sobre todo en arraigar el hábito de la lectura en los niños y en sacar a la calle a los mayores, tienen más de plaza pública forrada de tomos y poblada de mesas que de monasterio laico. Lo cual salta a la vista especialmente ahora que, con el comienzo del curso escolar, social y cultural, las programaciones de estos catorce centros repartidos por los distritos sevillanos se exhiben con todo su plumaje de cuentacuentos, excursiones, concursos y clubes de lectura.

La web de la Red Municipal de Bibliotecas de Sevilla, www.rmbs.es, muestra en su renovado diseño ese afán por restituir la importancia de estas instituciones, que durante los años de la crisis quedaron en barbecho. Ahí, en internet, se puede ver con calma y detalle la oferta de cada una de ellas; pero solo para que el lector se haga una idea, para lo que queda de mes se han programado las siguientes actividades:

En la de Las Columnas (Triana), el 17 de este mes, a las 19.30, reunión del club de lectura de la biblioteca, coordinado por María Caballero y dirigido a adultos. Tres días después, en la del Cerro del Águila, otra ración de lo mismo a las 18.30. Como son actividades para poquita gente, lo suyo es que los interesados en sumarse a alguno de estos clubes de las bibliotecas de la ciudad se pongan en contacto con ellas –o se presenten allí directamente, que no muerden– y pregunten qué tienen que hacer. Quién sabe: si no hay sitio en los ya existentes, nada impide que se puedan crear otros.

También en Las Columnas, el día 21, Carloco Cuentacuentos se cita con niños de entre 4 y 9 años para que el conocimiento y el disfrute de los libros les entre ya por las orejas. Y en Entreparques, el 24 de septiembre y para niños de 4 a 11 años, el II Concurso Dibuja tu biblioteca; una forma de participar en la celebración del Día Internacional de las Bibliotecas, dibujando cada chiquillo cómo le gustaría que fuera su biblioteca preferida. Las inscripciones, en la propia institución.

El 27 de este mes, La librería de Penelope Fitzgerald: tertulia literaria en Blas Infante, por Beatriz Carrero. Una propuesta para público adulto prevista para las 11.30. Más clubes de lectura, cuentacuentos, humor, tareas propias de exploradores, catas de vinos y hasta escapadas urbanas, caso de San Julián y su Itinerario arquitectónico por la Avenida de la Constitución, protagonizado por el regionalismo sevillano con inscripciones antes del 2 de octubre.

Y a la socarrona pregunta de si, además de esto, se puede seguir leyendo en las bibliotecas, la respuesta viene en números: este año, según cuenta en Ayuntamiento, se ha hecho una inversión «muy superior a la de años anteriores», gracias a una compra de títulos a Espasa Calpe por 128.960 euros, es decir, 6.400 libros nuevos. En una segunda convocatoria, también se han invertido 180.000 euros en fondos bibliográficos y hemerotecas, o sea, otros 10.000 libros más. Tercera oleada: los 1.600 volúmenes donados por la Fundación Lara. Con todo ello se cerrará el año con la adquisición de cerca de 20.000 libros, que se eligen –siempre según la municipalidad– en función de la demanda de los usuarios, a criterio de los responsables de cada biblioteca y dependiendo de las novedades literarias, y con la idea de reunir un fondo bibliográfico con obras de calidad. Así que da la sensación de que sí, que se podrá leer. Qué nervios.