Misión: volver a remover las conciencias como en los años difíciles

Los 50 años del Teatro Lebrijano sacan de nuevo su espíritu a la calle

20 nov 2016 / 17:38 h - Actualizado: 21 nov 2016 / 07:00 h.
"Teatro"

Tras la inauguración en Lebrija de la exposición El compromiso de un pueblo. 50 años del Teatro Lebrijano, comisariada por Antonio Zoido, y que permanecerá abierta hasta el próximo 11 de diciembre de 2016, llega el itinerario de actividades previstas para conmemorar el 50 aniversario del mítico grupo teatral de los años setenta.

El itinerario diseñado –una visita al pasado con la mirada puesta en el futuro– gira alrededor de siete crónicas que ponen en valor el legado del Teatro Lebrijano en la historia de la cultura andaluza. A la exposición se suman otras actividades como las mesas redondas, el programa El teatro toma la calle, el libro sobre el Teatro Lebrijano, de la mano de Raúl Limón y Alfonso García; el documental realizado por Nonio Parejo y los dos espectáculos: uno de José Valencia, creado para la ocasión, y la nueva mirada a Oratorio en el montaje de Pepa Gamboa.

El teatro toma la calle es un proyecto escénico y educativo, que se desarrollará en las calles y patios de Lebrija esta semana, basado estilísticamente en la filosofía del Teatro Lebrijano de llevar el teatro al pueblo a través de las Campañas de Teatro Popular organizadas en Lebrija en los años setenta. Actores y actrices locales, participantes de los talleres de teatro aficionado conformarán el elenco para interpretar los dos montajes representados: Farsa y Justicia del corregidor de Alejandro Casona, para alumnos y alumnas de primaria, y el emblemático Oratorio de Alfonso Jiménez, para alumnado de secundaria y bachillerato.

Estas dos obras se han elegido porque pertenecen a dos formas estilísticas que marcaron las etapas más importantes del grupo: La farsa de Casona responde a la idea lorquiana de La Barraca de llevar el teatro a todos los rincones de Andalucía, el teatro campesino y popular. El teatro como herramienta a través de la cual mostrar la realidad de forma lúdica y divertida. Oratorio es, sin duda, el punto álgido del teatro independiente de aquellos años. Un espacio de crítica social y político, en un momento donde la verdad era perseguida por un represor régimen. Con este montaje el grupo lebrijano pretende remover conciencias y desenmascarar la realidad de un país amordazado.

Estas dos representaciones teatrales pretenden que el público reviva sensaciones de la época y comprenda qué fue y qué significó el trabajo de este grupo de jóvenes idealistas, comprometidos con la cultura y la sociedad de su tiempo.