Morante retratado en cien fogonazos

Ángel Cervantes estrena la editorial Titánica a través de un acercamiento literario al diestro de La Puebla. El profesor y escritor Fernando Martínez es el alma del nuevo sello

21 may 2015 / 23:12 h - Actualizado: 21 may 2015 / 23:17 h.
"Toros","Morante de la Puebla"
  • Martínez y Cervantes, ayer en el Palacio de los Marqueses de La Algaba. / Inma Flores
    Martínez y Cervantes, ayer en el Palacio de los Marqueses de La Algaba. / Inma Flores

sevilla{El invento vio ayer la luz en un acto literario celebrado en el Palacio de los Marqueses de La Algaba. El padre de la criatura es el profesor, periodista y escritor sevillano Fernando Martínez, que partió de la inquietud personal por recopilar y difundir su propia obra literaria hasta crear una editorial distinta, enfocada a la divulgación de libros electrónicos, gratuitos y al alcance de todos. La idea se enmarca en las dificultades de editar en papel, pero también en la necesidad de dar salida a obras de pequeño formato que se pueden beneficiar del amplísimo abanico que ofrece la edición electrónica.

Martínez va más allá y explica que «libros de cuarenta o cincuenta páginas, como son nuestros títulos, no tienen por qué considerarse modestos, todo lo contrario, vienen a cubrir una serie de lagunas por la que difícilmente un editor convencional se va a interesar». Ahí llega el epígrafe de la propia editorial: «libros que nadie publica», pero con una interacción con el lector que puede convertirse en el editor de su propia obra.

Casualidad o no, el alumbramiento público de Titánica ha llegado acompañado de la edición de dos libros taurinos y un tercero dedicado a la Feria. Este último –Feria de Abril. 1900– rescata la atmósfera de la fiesta que despide al siglo XIX y da la bienvenida al XX a través de las crónicas de los diarios de la época ilustradas con fotografías de hoy. Tal y como explica Martínez «permiten comprobar que la distancia entre 1900 y 2015 no es tan abismal como parece en un primer momento. Se sueña, se baila y se divierte el feriante con casi los mismos alicientes». El segundo título, Manolete, album inédito, recoge una colección de fotografías recopiladas por José Antonio Bejarano –un especialista del monstruo cordobés– que cuenta con textos del propio Martínez.

Pero la joya de la corona de esta trinidad de obras podría ser Morante, una plaquette, escrita por Ángel Cervantes e ilustrada con las imágenes de Carlos Núñez Delgado-Roig. La obra de Cervantes supone una vuelta al «primer impacto» causado por el jovencísimo novillero que empieza a dar que hablar a comienzos de la década de los 90. «Creo que lo vi en Niebla por primera vez y comprendí de manera automática que se estaba forjando una figura de dimensiones incalculables», señala el autor.

Fuerte personalidad

Cervantes ha vertebrado su obra en torno a cien piezas en las que intercala sus propias reflexiones con las sentencias del diestro de La Puebla. Son cien impresiones o fogonazos, cien aguafuertes que retratan la acusada personalidad del matador sin quedarse en la cáscara que el propio torero ha levantado en torno a su verdadera esencia. En ese sentido, desvela el autor, «me he valido de las confesiones vertidas en los medios de comunicación escritos y audiovisuales durante el periodo, prolongado ya, de consolidación absoluta de su figura».

Cervantes destaca que «las personas que lean Morante, una plaquette se van a dar cuenta de su evolución como torero y como persona a través de los años. Las reflexiones van siendo cada vez más profundas y sus pensamientos de novillero no tienen nada que ver con los esbozados hace pocos meses». El escritor destaca que «ese crecimiento se percibe perfectamente».

Hay que precisar que el término plaquette –en literatura define obras de pequeña extensión como poemas o cuentos– se adapta como un guante al criterio de la editorial. Se trata, en definitiva, de una obra que bucea en «una propuesta artística que, desde su origen, comenzó a convertirse en un influjo adictivo, irrechazable, que acompaña tarde tras tarde, temporada tras temporada. Como un bálsamo que alivia, que ayuda a sobrellevar los momentos menos buenos, como la literatura, la música, la poesía o el cine, el toreo de Morante hace más llevadera esta aventura de vivir, finaliza el escritor. ~