Mucho efecto y pocas risas

Una suerte de comedia que parte de un suceso trágico. Es lo que nos propone Andrés Lima con esta nueva propuesta, que surge de un proyecto de investigación sobre las claves de la comedia (llevado a cabo por El Teatro de la Ciudad y La Abadía), que debía culminar con una obra en torno a las comedias de Shakespeare.

Partiendo de la premisa de que todo hecho trágico puede ser susceptible de abordarse desde la comedia después de un tiempo, Andrés Lima se centra aquí en la muerte de su propio padre y para ello se inspira en ‘El Sueño de una noche de verano’, de la que toma su atmósfera onírica. Así, la historia cuenta el viaje hacia la muerte de su padre, a quien perfila como un personaje que se aferra a la vida bebiendo para evocar los recuerdos más significativos de su vida. El anciano va y viene sin cesar de la realidad a sus recuerdos, en un paisaje de ensoñación. Para describirlo Lima elabora una dramaturgia repleta de saltos temporales tan compleja como erudita, aunque un tanto densa y farragosa, que determina un ritmo irregular y en ocasiones tedioso. Tal vez por ello recurre a un sinfín de efectos sonoros y lumínicos que ahondan en el universo onírico de la comedia shakesperiana, aunque se queda en el plano formal y la risa no acaba de instalarse en el patio de butacas.

No obstante, cabe destacar el magnífico trabajo actoral de los intérpretes, quienes consiguen imprimir una cierta vis cómica sus personajes, a pesar de su trasfondo trágico.

Obra: Sueño

Lugar: Teatro Lope de Vega, 15 de diciembre

Compañía: Teatro de la ciudad

Texto y dirección: Andrés Lima

Música: Jaume Manresa

Interpretación: Chema Adeva, Laura Galán, Nathalie Poza, Ainhoa Santamaría y María Vázquez

Calificación: 3 estrellas