Ni machista ni feminista, sino todo lo contrario

David Mamet nos propone una reflexión sobre el abuso de poder y el acoso sexual

02 dic 2017 / 12:37 h - Actualizado: 02 dic 2017 / 19:00 h.
"Teatro"
  • Ni machista ni feminista, sino todo lo contrario

Una reflexión sobre el abuso de poder y el acoso sexual. Es lo que nos propone David Mamet con esta obra, cuyo estreno en en EE.UU. despertó una encendida polémica que le valió que le acusaran de oportunista, misógino y machista.

El primer calificativo tiene que ver con la denuncia por acoso sexual contra el juez Thomas, candidato al Tribunal Supremo de los Estados Unidos. Un escándalo que ocurrió justo en el año en el que la obra fue estrenada (1992). Aunque en realidad Mamet escribió el texto antes de todo ello ocurriera, así que la acusación de oportunismo no procedía. Sin embargo, con respecto a las otras dos, todo depende del cristal con el que se mire.

En la primera escena la dramaturgia nos da a entender que podemos estar ante un acoso sexual en ciernes por parte de un profesor universitario con una alumna que acude a su despacho para pedir que le suban la nota. Pero en realidad, lo que Mamet situa en primer plano es la desigualdad social entre uno y otra, la actitud a defensova de la alumna y un derroche de cinismo y prepotencia en el profesor. El acoso sólo se desprende de pequeños detalles, casi nimios. Pero a partir de la segunda escena el acoso sexual se impone hasta llegar a un desenlace inesperado con el que el autor, de alguna manera, toma partido, aunque no del todo. Ese es uno de los aspectos más interesantes del texto, su capacidad para no acabar de tomar partido ni por la denuncia de ella, ni por la defensa de él. Los dos en un momento dado ejercen el poder, aunque al final parece que es ella la que acaba dominando, de ahí la acusación de machista. Aunque antes de ello el autor lleva a la figura del profesor a un desenlace que justifica la denuncia de ella. Ese es otro de los aspectos más interesantes de la dramaturgia, su capacidad para dejar que sea el espectador el que concluya, y de paso dejar bien patente que, en nuestra sociedad patriarcal, el machismo no deja de estar latente, incluso en los círculos intelectuales más progresistas.

Se trata, sin duda, de un texto tan interesante como inquietante, que por desgracia sigue teniendo plena vigencia. Tal vez por ello la puesta en escena se centra en la interpretación. Las transiciones son poco imaginativas; el espacio escénico es meramente funcional, por mucho que apunte a un cierto simbolismo con el desplazamiento de la mesa, y tanto la iluminación como la música reproducen una atmósfera un tanto fría. Por fortuna, Natalia Sánchez borda el papel de la universitaria haciendo evolucionar a su personaje hasta dotarlo de un perfil complejo, a pesar de su radicalidad, con una soberbia actuación.

Obra: Oleanna

Lugar: Teatro Lope de Vega, 30 de noviembre

Producción: Pentación Espectáculos, El Cuervo y Txalo Producciones

Autor: David Mamet

Dirección: Luis Luque

Música: Mariano Marín

Interpretación: Fernando Guillén Cuervo y Natalia Sánchez

Calificación: ***