Juan José Arroyo Jaén, El Junco, es un bailaor que parece eso, un junco: largo, delgado y de una verticalidad casi a plomada. Gaditano, es ya un sevillano de padrón y corazón, y los flamencos de Sevilla lo quieren mucho. En la Bienal, no tanto. Flamenco viene del Sur le ha dado la oportunidad de que pudiera presentar un espectáculo suyo y lo hizo el pasado martes en el Teatro Central, que casi se llenó, con un nombre curioso: Pa flamenco, yo.
Desde luego, es de los bailaores más flamencos del momento y lo es desde hace muchos años, porque eso de ser flamenco no es algo como engordar o adelgazar con los años: o se es o no se es, y si se es, es para siempre. Su nuevo espectáculo tiene un formato sencillo, como de tablao: cante, baile y guitarra. Por cierto, el guitarrista es el sevillano Miguel Pérez, un histórico de los tablaos de la capital andaluza, y un gran maestro.
La obra comienza con El Junco bajándose del tren en la Estación de Cádiz y preguntando por dónde caía la academia del Maestro Manolo Marín, presente en el teatro. A partir de ahí, el espigado bailaor comienza a meterse al público en el bolsillo, una parroquia, dicho sea de paso, dispuesta a disfrutar desde el principio. Baila bulerías por soleá y farruca, con su estilo tan característico, dominando el compás y el ritmo y siempre perfectamente colocado, sin perder la verticalidad y con una fuerza increíble. Quizás abusando de los pies y levantando poco los brazos, pero es su manera de bailar.
No estuvo solo El Junco, sino acompañado de su esposa, la bailaora sevillana Susana Casas, que tiene mucho oficio y tela de arte. Hizo una seguiriya con palillos, algo que ya se suele hacer poco, en la que me recordó por momentos a la gran Loli Flores, maestra en esas lides y ya en el cielo de los flamencos, y una caña a dos. Susana y Roberto Jaén, el hermano de El Junco, le ayudaron bastante a que triunfara un espectáculo sin muchas pretensiones, desenfadado y muy flamenco, con un final apoteósico: cuando se van a Cádiz y se olvidan de todo para meterse en fiesta, donde Roberto Jaén acabó con el cuadro bailando con una naturalidad extraordinaria y mucho arte. Bien apoyado atrás por Miguel Pérez, Jesús Flores y El Galli, entregados siempre.
Lo bueno de El Junco no es como baila y la planta que tiene, sino que lo hace todo muy personal y flamenco. Baila, canta, habla mejor que Castelar y, por cierto, imita muy bien a Chano Lobato. No es justo que le sigan negando un sitio en la Bienal y en el Festival de Jerez. ¿Estamos locos?
FICHA TÉCNICA
Flamenco viene del Sur. Pa flamenco, yo. Compañía El Junco. Artistas invitados: Susana Casas y Roberto Jaén. Guitarra: Miguel Pérez. Cante: El Galli y Jesús Flores. Entrada: lleno. Teatro Central de Sevilla, 28 de marzo de 2017. Calificación: ****