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Pepe Habichuela en una imagen de archivo. / El Correo
Tener a Pepe Habichuela esta noche en el Teatro de la Maestranza es un regalo de Navidad. Viejo conocido ya de la capital andaluza, casado con una trianera descendiente del cantaor El Brujo del Puerto de Santa María, el padre del romancista Juan José Niño López, vino muchas veces como compañero de Enrique Morente y algunas para tocar en solitario. Por tanto, Pepe es un enamorado de Sevilla, de sus cantaoras y cantaores y, sobre todo, de sus guitarristas, de aquel Niño Ricardo que es poco menos que el padre de la guitarra flamenca moderna y de Riqueni, al que admira como músico y quiero en lo personal.
Sesenta años lleva Pepe Habichuela como guitarrista profesional y no hace mucho que lo celebró en la capital de España rodeado de grandes artistas y compañeros. Seis décadas que han dado para mucho. Nació en Granada en 1944, hijo del guitarrista José Carmona y nieto de otro guitarrista, Habichuela el Viejo, que no tiene nada que ver con aquel otro Habichuela gaditano, Juan Gandulla, que hizo historia por ser, entre otras cosas, guitarrista de Chacón y la Niña de los Peines.
Hermano de Juan, Carlos y Luis Habichuela, todos guitarristas. Y padre, además, de Josemi Carmona, del grupo Ketama y también guitarrista. Pocas sagas flamencas son tan extensas e importantes como la de los Habichuela. Y Pepe es hoy el patriarca de esta saga de guitarristas flamencos y su miembro más ilustre, después de que falleciera el gran Juan Habichuela, que nos dejó el pasado año.
Pepe es un guitarrista muy versátil, capaz de acompañar como pocos y también de dar un buen concierto en solitario, por su personalidad. Con algo menos de veinte años ya estaba tocando en los tablaos de Madrid y estuvo en la compañía de Juanito Valderrama, artista del que habla maravillas. Su encuentro con su paisano Enrique Morente fue crucial para los dos, pero sobre todo para el flamenco, porque además de hacer juntos aquel homenaje discográfico a Don Antonio Chacón (1977), dejando una obra para la historia, se convirtieron en un estupendo binomio flamenco, de los mejores de las últimas décadas.
El concierto de esta noche en el Maestranza va a contar con grandes atractivos, además de con el de uno de los grandes maestros de la guitarra flamenca que nos quedan. Pepe ha querido que estén con él artistas a los que admira y aprecia, y uno de ellos es guitarrista y se hace llamar Dani de Morón, que es Daniel Méndez. No descubrimos nada nuevo si decimos que es de los mejores de su generación, un guitarrista de unas facultades portentosas que ha sabido aunar una buena escuela, la moronera, con su enorme sentido de la creatividad, logrando un sello muy personal en el acompañamiento y también tocando en solitario, algo que cada vez hace con más frecuencia.
También ha querido que esté junto a él el maestro trianero Rafael Riqueni, que será el invitado especial. Ambos guitarristas se admiran mutuamente desde hace muchos años. Y no podía faltar su hijo Josemi Carmona, un gran guitarrista también, con el sello habichuelero. En el cante, el maestro ha querido invitar a Pedro el Granaíno, Antonio Campos y Kiki Morente, los tres de Granada, prescindiendo de voces de Sevilla. Y en el baile, Alba Heredia.
Será una noche muy granadina, pero flamenca, sin la menor duda. Un concierto muy especial.