Qué bonito es el amor

Tanto Mercedes Bernal como David Montoro consiguen dar una vida propia a sus personajes con maestría y talento

03 jun 2017 / 08:36 h - Actualizado: 03 jun 2017 / 08:39 h.
"Teatro"
  • Qué bonito es el amor

Todas las fases por las que puede pasar una relación de pareja. Es lo que nos propone esta obra, una suerte de drama naturalista revestido de lirismo.

La historia comienza con el encuentro de un actor y una actriz que quedan para ensayar una escena de Hamlet, aquella en la que el príncipe de Dinamarca, ya enloquecido, rechaza a Ofelia. A partir de ahí, con delicioso atrevimiento, el naturalismo se apodera de la escena y la dramaturgia se sumerge de lleno en delimitar todos los sentimientos que puede albergar una relación de pareja: deseo, pasión, ilusión, ternura, entrega, celos, desasosiego, cansancio, monotonía, sufrimiento... Los personajes conectan con facilidad con el público con un discurso cargado de humor con el que resulta fácil identificarse. Lástima que en las escenas finales la dramaturgia, en su empeño por describir el declive de la pareja, abuse un tanto de lugares comunes y elementos evidentes

La puesta en escena de Javier Centeno se sirve de la figura del guitarrista, para sostener las transiciones y liberar la tensión, tal vez demasiado. Tanto el vestuario como los temas musicales interpretados en directo por Tino Van Der Sam a la guitarra, Mercedes Bernal al saxofón y David Montero al cante completan la historia con algunos guiños deliciosos, como el de la primera sevillana que nos canta David, que fue a su vez la primera que se grabó en disco, a cargo nada más y nada menos que de La Niña de los Peines. Pero, a fuerza de querer describir todos los estadios emocionales por los que puede pasar una relación de pareja, la puesta en escena alarga las escenas más de lo necesario y como consecuencia delimite un ritmo un tanto irregular. Por fortuna, tanto Mercedes Bernal como David Montoro consiguen dar una vida propia a sus personajes con una interpretación repleta de matices que derrocha maestría y talento.


Obra:
La casa ardiendo

Lugar: Sala La Fundición, 2 de junio

Compañía: La equilibrista

Texto: David Montero

Dirección: Javier Centeno

Composición y música en directo: Tino Van Der Sam

Interpretación: Mercedes Bernal, David Montero, Tino Van Der Sam

Calificación: ***