Quien esté libre de pecado...

El actor sevillano Paco León protagoniza ‘Toc toc’, de estreno esta semana

07 oct 2017 / 20:13 h - Actualizado: 08 oct 2017 / 09:10 h.
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  • El actor Paco León presentó esta semana la película ‘Toc Toc’ en Sevilla. / Manuel Gómez
    El actor Paco León presentó esta semana la película ‘Toc Toc’ en Sevilla. / Manuel Gómez

Aunque sea uno de los protagonistas de La Peste, la serie de televisión que acaba de estrenar Alberto Rodríguez, Paco León es, en esencia, «un cómico». Nació artísticamente como tal y es en la comedia dónde, hasta la fecha, más cómodo se encuentra. El pasado viernes llegaba a los cines Toc Toc, una película de Vicente Villanueva, en la que da vida a Emilio, un personaje que sufre aritmomanía, «que no puede hacer las cosas sin hacer cálculos sobre ellas, y también un poco de síndrome de Diógenes». Porque para reírnos ampliamente con Toc Toc hemos de enarbolar ese clásico de que quien esté libre de pecado tire la primera piedra... «Todos tenemos lo nuestro», dice León para introducir una comedia coral sobre personas que sufren eso que los psicólogos denominan TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo).

Basada en la obra teatral de éxito homónima de Laurent Baffie, la película reúne a un grupo de pacientes en la sala de espera de la consulta de un terapeuta. Un punto de partida presto a lo cómico en el que los personajes principales, interpretados por Paco León, Alexandra Jiménez, Rossy de Palma, Óscar Martínez y Adrián Lastra, deberán intentar controlar sus estrafalarias pulsiones.

«Todos tenemos una tendencia al TOC; esa es quizás la razón que explica el inmenso éxito que tiene la obra de teatro allá donde se representa», argumenta León. «Durante el rodaje contamos con una psicóloga que nos asesoró sobre el tema. Le preguntamos un millón de cosas. Pero, como ésta es una película de humor, a pesar de que habla de un tema muy complicado si lo sufres, pretendemos normalizarlo y desdramatizarlo todo», dice. La risa, «el reírnos de nosotros mismos tiene como primera consecuencia la empatía, y de eso sí que hace falta mucho en este país», abunda el actor.

Aunque León juega un papel importante en el conjunto, su actuación no se impone. Como tampoco lo hacen sus compañeros de reparto. «El director tenía muy claro que esta es una película muy coral y eso se tenía que notar en diálogos rápidos y muy polifónicos», explica. Además, Toc Toc se enfrentaba, en su salto a la pantalla, con un importante problema; todo sucede en un mismo escenario, la sala de espera de un médico. «A pesar de eso creo que el resultado tiene mucho movimiento, es muy ágil y en las pruebas que hicimos antes del estreno comprobamos que la gente se lo pasaba en grande».

Con una carrera en la que la dirección cinematográfica comienza a cobrar más peso, Paco León reconoce que ahora «se hace más cargo de todo» cuando su papel es únicamente el de actor. «A veces me pregunto cómo solventaría yo una escena u otra, pero en ningún momento quiero crear problemas, ¡ya hay suficientes en un rodaje!, en todo caso, si puedo, estoy ahí para ayudar al director».

Después del éxito cosechado el año pasado con su película Kiki, el amor se hace; Paco León avanza que pronto anunciará un importante proyecto en Latinoamérica, un lugar, para él, «mucho más inspirador que Hollywood». También, en 2018, debutará en la ficción televisiva con una serie sobre los criados de Ava Gardner que él mismo dirigirá, escribirá y protagonizará. «¿Que por qué hago reír? No lo sé, para mí la risa sigue siendo uno de los grandes enigmas. También lo ha sido siempre para los mejores directores, actores y dramaturgos que se han propuesto activar los resortes de la risa. Un absoluto misterio», concluye.

LA CRÍTICA: DISPARATE EN LA SALA DE ESPERA

Toc Toc

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España, 2017. Comedia. 96 minutos. Director: Vicente Villanueva. Intérpretes: Paco León, Rossy de Palma, Oscar Martinez, Alexandra Jiménez, Inma Cuevas, Adrián Lastra, Ana Rujas, Nuria Herrero.

Cine y teatro constituyen un binomio de complejo éxito cuando se juntan; aunque cuando la pericia es alta, los resultados habitúan a ser inapelables, caso por ejemplo de Un dios salvaje (2011), de Roman Polanski. Villanueva es de aspiraciones mucho más modestas, manejando un simpático enredo teatral al que dota del suficiente vuelo como para que la acción no se detenga sin perder su raigamble de comedia puramente textual.

En esta astracanada de sala de espera nos aguarda un relato con miga pero con ligero envoltorio. Las distintas ramificaciones que tiene el TOC se presentan aquí en la conjunción de unos personajes bien definidos que van de la compulsión higiénica (nosofobia) de Alexandra Jiménez a los insultos incontrolados (coprolalia) de Óscar Jiménez pasando por, entre otros, la obsesión con la simetría de Adrián Lastra, que compone el personaje más histriónico de una función que se disfruta también gracias a la calidez humana que destila el guión adaptado por el realizador a partir de una obra teatral que nada tiene que envidiar a esta recreación. Toc Toc sin embargo corre el peligro de ser engullida por una cartelera que la pase por alto como otra comedia española más. Sea o no así, le auguramos un largo recorrido en la retina.