Las Noches en los Jardines del Alcázar celebran su vigésimo cumpleaños con nuevas propuestas, frescas y originales, que se unen y enriquecen a las ya habituales, artistas locales y adyacentes que durante todo este tiempo han llenado el recinto junto al Jardín de los Poetas. Enmarcado en el ciclo Músicas del Mundo, el joven guitarrista Ricardo J. Martins y los integrantes del trío que lleva su nombre, llenaron de aires portugueses, desde Oporto al Algarve, la atmósfera de la fresca noche en este insólito verano sevillano.
Tenemos la suerte de vivir muy cerca del Algarve portugués y disfrutarlo con frecuencia, como hace Natalia de Molina para tratar su agorafobia en la nueva película del sevillano Paco R. Baños (Ali), 522. Un gato, un chino y mi padre, que acaba de estrenarse hace escasamente cuatro días. Un mundo tan cercano al nuestro y a la vez tan diferente, en el que incluso la guitarra, estandarte de nuestra cultura musical, suena y funciona de manera distinta. Así vino a demostrarlo este virtuoso del instrumento y gran enamorado de la música en general.
Nacido en Faro, Martins se ha convertido en poco tiempo en referente de la guitarra portuguesa, en su doble vertiente lisboeta, de cabeza acaracolada, y de Coimbra, con cabeza en forma de lágrima y afinada con una nota más grave. Concebida para acompañar el fado, Martins le ha dado una nueva significación, elevándolo a instrumento solista evocador de sonidos variopintos, no solo esa habitual tristeza y melancolía que acompaña el canto portugués por antonomasia, sino fusionado también con otras influencias, celtas, dixies o clásicas, que aportan otro color y espíritu al resultado, siempre de la mano de ese particular y envolvente sonido que provocan las doce cuerdas metálicas en una caja en forma de pera, que el intérprete ha de tocar con largas uñas o como en el caso una prótesis de plástico.
Martins interpretó fundamentalmente obras propias, que le han hecho merecer importantes reconocimientos, como el premio a la mejor interpretación instrumental de 2018 en los International Portuguese Music Awards que obtuvo Corre Corre Corridinho, una pieza que como las Danças na Eira, el Baile de los Juglares o As Minhas Variaçoes de Jorge Fontes, sirvieron para exhibir agilidad y virtuosismo, haciendo gala de un fraseo claro y transparente, una enorme precisión y un formidable sentido del ritmo. Una pasión por la música que también se evidenció en páginas tan delicadas como Atardecer en Lisboa, las Variaciones sobre el Fado Lopes o el Prelúdio para uma Tristeza Menor, de considerable raigambre en la villa universitaria y especial cantabilidad. Entre danza y fado, hubo lugar también para un sensacional A Guerra en tres partes, como una sonata o un concierto clásico, una especie de andante obsesivo y constante como una composición minimalista, que el trío interpretó con prodigioso sentido del ritmo y el drama. Claudio Sousa acompañó a la guitarra clásica mejor en el rasgueado que en un punteado que a menudo se reveló descompasado, a su aire; mientras Lui Trindade contribuyó con su trabajo al bajo a dar cuerpo al conjunto, basando en el respeto y la admiración su artesanal trabajo. Entre pieza y pieza pudimos disfrutar con las muy didácticas y simpatiquísimas explicaciones del joven talento en perfecto castellano.
RICARDO J. MARTINS TRIO ****
20ª Edición Noches en los Jardines del Alcázar. Ricardo J. Martins, guitarra portuguesa. Claudio Sousa, guitarra clásica. Lou Trindade, bajo. Programa: La voz de la guitarra portuguesa (obras de Ricardo J. Martins, Jan Tisky, Mário José Lopes, José Nunes y Jorge Fontes). Lunes 8 de julio de 2019