Ríos de sangre para ganarse el ‘Oro’

El SEFF acoge el estreno de la nueva película de Díaz-Yanes sobre la conquista de las Indias

07 nov 2017 / 14:51 h - Actualizado: 07 nov 2017 / 22:35 h.
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«Las películas de Tarantino tienen mucha sangre y la gente va a verlas, espero que con la mía hagan lo mismo», bromeó el director Agustín Díaz Yanes en la presentación que ha tenido lugar en el Archivo de Indias de Oro, su nueva película. La cinta, que llega a los cines este viernes, ha centrado además una gala propia en el Teatro Lope de Vega dentro del Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF).

El realizador reconoció que «no se podía abordar esta historia sin violencia porque hubiera sido absurdo», la de una expedición formada por un grupo de 30 hombres y dos mujeres que se internaron en la selva amazónica en busca del mítico El Dorado, una ciudad que se creía completamente hecha de este preciado metal. Basado en un relato inédito y homónimo del novelista Arturo Pérez-Reverte, la presentación ha reunido en Sevilla al elenco principal del filme, encabezado por Jose Coronado, Raúl Arévalo, Óscar Jaenada, Barbara Lennie, Juan Diego y Antonio Dechent, entre otros. «Llevaba mucho tiempo sin rodar y dije que sí cuando me ofrecieron este proyecto. Me llegó de rebote y ha sido un regalo hacerla, también es verdad que debo decir que me ha resultado la película más difícil de rodar de mi carrera», confesó su máximo responsable.

Localizada en las «selvas de Canarias» y en Andalucía, en diversos alrededores de los ríos Guadalquivir y Guadiamar, Oro es una película de «héroes y villanos, aunque poner estas calificaciones corresponderá al público». Porque, lo que no ha pretendido ser el filme es «una revisión histórica». «No me hubiera atrevido a hacer algo así. Si me llegan a proponer que rodase la historia de Hernán Cortés o de Francisco Pizarro me habría negado. Pero esta, en cambio, es una película de héroes anónimos. Hubiera sido demasiado ambicioso por mi parte aspirar a otra cosa, las películas son solo películas para otros asuntos ya están los libros», arguyó Díaz Yanes sobre la polémica y revisionada Conquista de América.

Para el productor, Enrique López Lavigne, «las Indias fueron el Vietnam de los españoles, un lugar en el que los que iban a buscarse la vida avanzaban movidos por la codicia y el hambre y no sabían a qué peligros se iban a enfrentar a cada paso. Para rodar Oro sentí que necesitábamos a un director crepuscular, que diera una pátina de melancolía al relato, que tuviera personalidad, por eso escogimos a Díaz Yanes».

El actor Juan Diego, que encarna Manuel Requena, quiso recordar cómo muchos de los conquistadores hicieron de aquellas tierras lejanas su paraíso, su lugar natural, su patria, «porque la patria es donde uno tiene pan para comer». En este contexto abrumadoramente masculino solo dos mujeres destacan en el filme, una de ellas, Barbara Lennie, calificó el rodaje de «duro e intenso»: «Alrededor de un 10% de mujeres fueron a América en aquellas expediciones y su papel fue fundamental porque sentaron los pilares de las nuevas sociedades mestizas». La dificultad de la grabación del filme es compartida por todo el elenco artístico. Pero para Óscar Jaenada «era necesario sentir el barro en la cara, la suciedad en la piel, el sudor y el cansancio. La humedad de la selva tenía que vivir con nosotros. Todo eso ayudó a dar más verdad a nuestras actuaciones, era indispensable que nos moviéramos en un clima de perenne incomodidad».

Luego vendrán las comparaciones. Y los referentes. Desde luego están en el pensamiento Aguirre, la cólera de Dios, de Werner Herzog (1972) y El Dorado, de Carlos Saura (1988). Pero también el cine español reciente ha abordado el tema, como la abiertamente crítica con el papel de los españoles en América, También la lluvia, de Icíar Bollaín (2010). Oro se mueve en otro código, mucho más «épico», ligado al cine de aventuras. «Me he vuelto un director modesto y me sabe mal que me comparen con otros directores de enorme talento, solo sabremos si quedará algo de Oro dentro de 15 años, cuando veremos si la película se mantiene o se olvida», dijo el realizador. Una película suya, Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto (1995) sigue hoy, por ejemplo, igual de viva y rotunda que cuando se estrenó

«NO VAMOS A ESTAR SIEMPRE EN LA COMEDIA»

El productor, Enrique López Lavigne, reconoció que sigue siendo arriesgado, en España, producir una película como Oro. «Este año he producido estrenado una cinta de terror, Verónica, y una comedia, La llamada; ambas han funcionado, pero no vamos a estar siempre haciendo los mismos géneros ¿no?», dijo en la presentación del nuevo título. «Ahora también estamos despuntando en cine negro, por cierto un género que ha comenzado con fuerza en Sevilla pero tenemos que explorar otros territorios, como aquellos conquistadores, y ojalá la taquilla nos respalde porque, de lo contrario, no podremos hacer más cintas como Oro», concluyó.