Salomón y la reina de Saba, Patton, Espartaco y un señor de Jaén

Una exposición, un libro y un seminario evocan al cineasta García Maroto

15 ene 2017 / 12:57 h - Actualizado: 16 ene 2017 / 07:57 h.
"Cine"
  • Miguel Olid junto a Javier Paisano, presidente de Asecan; el concejal Antonio Muñoz y responsables de la SGAE, en la exposición. / J.M. Paisano
    Miguel Olid junto a Javier Paisano, presidente de Asecan; el concejal Antonio Muñoz y responsables de la SGAE, en la exposición. / J.M. Paisano

Necesitado de un permanente ejercicio de memoria para descubrirse a sí mismo, el mundo de la cultura se detiene ahora en Sevilla y mira hacia atrás para evocar la figura, la obra y las circunstancias de Eduardo García Maroto; un autor andaluz, un cineasta de Jaén que no llegó a serlo todo –quedará la duda, si le hubiera tocado vivir otros tiempos– pero que sí llego a ser de todo en el mundo del cine: actor, técnico, director, productor, director de producción de deslumbrantes largometrajes americanos rodados en España, hombre de cine en la más vasta extensión de la expresión. Todo ello, con la infinidad de suculentos pormenores, sucedidos y episodios que quepa imaginar, lo recoge Miguel Olid en la biografía que presentará el sábado 21 a las 12 en la Biblioteca Pública Infanta Elena; una obra que es, como cuenta su autor, «fruto de cinco años de investigación sobre García Maroto. Gracias a sendas ayudas de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía del Instituto de Estudios Giennenses de la Diputación de Jaén he podido seguir el rastro de sus películas en España, Portugal, Estados Unidos, Argentina, México, Cuba y Filipinas».

La presentación de esta biografía, titulada Eduardo García Maroto. Vida y obra de un cineasta español, será uno de los hitos de una semana protagonizada por el director de Oro vil y La hija del penal, tras la inauguración el día 10 de la exposición de fotografías en el Antiquarium que concluye el próximo domingo y de la que precisamente es comisario Miguel Olid. Este recuerda que «García Maroto logró un gran éxito de público y de crítica con sus primeros trabajos, pero la Guerra Civil y la censura truncaron su trayectoria en su mejor momento. Dirigió un par de largometrajes muy populares en Portugal y su último empeño como director fue adaptar Don Quijote para los niños, que no pudo concluir por falta de apoyos». Con todo, su vida profesional fue larga e intensa. «Tras ser director de producción de algunas de las grandes películas de Hollywood rodadas en España entre los años cincuenta y los setenta, como Salomón y la reina de Saba, Spartacus y Patton, entre otras muchas, se retiró del cine y se instaló en Marbella».

La pasión de Olid por el recuerdo de este autor andaluz incluye asimismo un seminario entre el 18 y el 20, del martes al viernes, que se celebrará en la sede del Cicus (y para el que se abrió un plazo de inscripción) donde se profundizará en el conocimiento e su faceta como director de comedias, la estrecha relación con Miguel Mihura, Tono y otros escritores que colaboraron con él en varios guiones, su interés por la adaptación de obras literarias –como el citado y frustrado caso del Don Quijote infantil– y el papel determinante que tuvo en distintas superproducciones norteamericanas rodadas en España. Cada una de las tres jornadas del seminario, que se desarrollará mediante conferencias y mesas redondas, concluirá con la proyección de una de sus películas.