Se admiten batas de cola para cruzar el Puente de Triana

Un espectáculo multitudinario junto al río y otro más íntimo en la Plaza de San Francisco, con el encendido del pebetero, marcarán el inicio de la Bienal de Flamenco

24 ago 2018 / 14:27 h - Actualizado: 24 ago 2018 / 15:46 h.
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  • La coreografía multitudinaria callejera se hará junto al Monumento a la Tolerancia. / El Correo
    La coreografía multitudinaria callejera se hará junto al Monumento a la Tolerancia. / El Correo

Se acerca vertiginosamente el día 6 de septiembre, primero de los 24 en los que la Bienal de Flamenco volverá a ser la noticia capital y cultural por excelencia de la ciudad de Sevilla y de este género artístico. Septiembre de lunares, en efecto. Que comenzará, como empieza a ser tradición, con un gran espectáculo de calle de esos que hacen afición y les ponen los dientes largos a los turistas. Esta vez, con epicentro en Triana, uno de los enclaves con menor dotación de infraestructuras escénicas pero al que la Bienal está llamada sí o sí a incluir con todas las de la ley y de la forma más abundante posible en su circuito. Así lo ha hecho en esta edición el director del festival, Antonio Zoido, quien ayer, con ocasión del avance del montaje de Isabel Bayón, comentaba las líneas básicas de esa jornada inaugural.

«Va a empezar el flash mob junto al Monumento a la Tolerancia», explicaba Zoido. «Tomás de Perrate va a dar, como hizo José, un pregón-pregón, es decir, lo que hacía antes el panadero que llegaba de Alcalá y pregonaba el pan o el que pregonaba las cestas o lo que fuese, y tras ello empieza el flashmob de José Galán. Y cuando aquello acabe y se termine de bailar la coreografía, va a haber un cortejo con ochenta chavalas con batas de cola a las que estamos llamando, y a las que se puede unir quien quiera, y ahí», prosigue el director, «vamos a atravesar el Puente de Triana, que estará adornado con flores que pone Interflora, que va a celebrar su convención anual en Sevilla durante la Bienal, y el puente va a estar muy bonito, lleno de flores y tal. Va la comitiva con una orquesta por delante, y ya veremos por dónde suben, porque he visto que estaba en obras y a ver cómo lo abrimos, porque nuestra intención es que se subiera desde el Monumento a la Tolerancia, pasando por el monumento a Antonio Mairena y se entrara al puente. Ya veremos por dónde entramos pero más o menos haremos eso. Y entonces se llega al Altozano, donde se hará la Fiesta en Triana, hasta que dure».

No acaba ahí el asunto. «Y luego ya, a las once de la noche, de un acto multitudinario como este del Altozano pasaremos a otro más restringido donde pensamos que vaya el alcalde y también todas las entidades, patrocinadores y colaboradores de la Bienal. En la Plaza de San Francisco se va a instalar un racimo de candiles que, un poco tomando como punto de partida el que creó Francisco Moreno Galván –aunque no tiene nada que ver, pero de ahí partimos– que será diríamos el pebetero que ilumine la Bienal durante todos los días. Entonces ahí se iluminará. Y ahí La Imperdible va a hacer un espectáculo en un montaje que hacen ellos de hierro y que asemeja como un pozo, una coreografía con la música de Persecución del Lebrijano, y ahí estará siempre, con unas ciento y pico de personas que lo podrán ver, y haremos el primer pase simbólico de ese espectáculo: encender el farol y el espectáculo, que será cortito», advertía Antonio Zoido.