«Ser de este país y tener este carácter chirigotero no es nada fácil»

Eva Hache lleva al Teatro Lope de Vega la obra de Cesc Gay ‘Los vecinos de arriba’, una comedia sobre el amor, el sexo y el tiempo entre las parejas

22 feb 2017 / 16:59 h - Actualizado: 22 feb 2017 / 18:57 h.
"Teatro"
  • Eva Hache, sentada con Cesc Gay y Xavi Mira. Detrás, Andrew Tarbet y María Lanau, elenco de la obra. / El Correo
    Eva Hache, sentada con Cesc Gay y Xavi Mira. Detrás, Andrew Tarbet y María Lanau, elenco de la obra. / El Correo

¿Qué escribirían nuestros vecinos de nosotros? Cesc Gay, el guionista y director de Truman, no paraba de oír todo el rato a los suyos fornicando como locos y traduciendo su delirio a toda clase de exclamaciones, chirridos y gemidos. Y de ahí nació esta obra de teatro con la que lleva un año dando la vuelta a España con algún que otro cambio en el elenco, Los vecinos de arriba, que ahora trae al Lope de Vega de Sevilla de aquí al domingo con Eva Hache presidiendo el cartel. Una comedia que va sobre el amor, sobre el sexo –claro– y sobre el tiempo en las parejas. Ojo con reírse demasiado, no sea que se pierda uno cosas. «Aquí no se da puntada sin hilo», advierte Eva Hache. «Cesc Gay es un tipo que se caracteriza porque todos sus ingredientes son necesarios para el plato, no hay relleno, y todo está porque sí y todo lo que se hace es importante. Así que hay que estar atentos desde el principio».

Se trata de una reflexión sobre el amor, coinciden todos, artistas y críticos. «Yo creo que nos lo tomamos en serio pero luego es fácil descuidarlo», participa la actriz. «Ponemos tanto empeño en el enamoramiento, en el cortejo y en que todo vaya bien en la conquista que luego, una vez que eso está conseguido... cuando lo importante de la maceta no es comprarla sino regarla y que dure mucho tiempo. Y de eso sobre todo es de lo que habla la función: de que se nos olvida alimentar el amor». No obstante, aunque hay serias discrepancias entre las distintas fuentes consultadas acerca de lo que come el amor, el común de ellas coinciden en que hablar es su principal nutriente. Y el humor.

«Yo creo que sí, que hay más comedia en los tiempos de crisis, cuando siempre se tira más de catarsis hacia la risa, y eso es normal: puede ser mucho más entretenido arreglarte, salir de casa, comprar una entrada y meterte en el teatro para reírte», comenta. «Y luego estamos viendo cómo este año, por ejemplo en los Goya, no se premia a las comedias, como si el ser de este país y tener este carácter chirigotero fuera algo fácil, y no es nada fácil. yo creo que realmente la comedia es un registro bastante más complicado. Y todo porque si tú estás haciendo una obra de teatro de drama y la gente no llora bueno, a lo mejor están llorando por dentro, pero el público de una comedia si no se ríe es porque la comedia no está del todo bien estructurada. Y sí que es verdad que es necesario reírse. Y aunque creo que somos un país con muy buen humor, nos lo ponen difícil. Necesitamos ayuda».

De EEUU, que no la espere. Dice que Trump aún no la ha llamado para tomar café. Aun así, a falta de ese contacto personal, se anima a afirmar que su elección como presidente manifiesta «la tendencia que hay en el mundo civilizado, que es que nuestros gobernantes utilizan mucho el miedo y la política del terror para tenernos ahí bien atrapados, y está claro que esto está funcionando».

Eva Hache ha escuchado a cientos de monologuistas, votado a miles de aspirantes a talentos, y se ríe al recordar que una vez, tiempo atrás, ella también fue de los que piensan con la nariz encogida que vaya patulea de gente que se cree estrella. «Aquí todo el mundo quiere ser famoso, le da lo mismo ser actor que cantar una canción o escribir un libro. A esto ahora además se suma que quiero salir en la tele siendo guapa y el pelo bien cardado en Mujeres y hombres y viceversa. Pero esto también lo cura el tiempo. El tiempo cura hasta los jamones. E irá curando esa fiebre a medida que la gente vaya creciendo y tomando madurez. Siempre ha sucedido».