Sevilla mira hacia Francia medio siglo después del Mayo del 68

Ideas a debate y un poco de cine para saber qué fue de aquel afán de llevar ‘la imaginación al poder’

14 may 2018 / 17:43 h - Actualizado: 14 may 2018 / 21:31 h.
"Historia"
  • Imagen de archivo de los disturbios del mes de mayo de 1968 en Francia. / Museo de la Prefectura de la Policía de París
    Imagen de archivo de los disturbios del mes de mayo de 1968 en Francia. / Museo de la Prefectura de la Policía de París

De forma discreta y silenciosa, como casi todo cuanto sucede hoy en el ámbito de las ideas, Sevilla también quiere acordarse ahora de que existió el Mayo Francés, aquel de 1968 tan políticamente incorrecto en que los jóvenes y los obreros del país de la Revolución con mayúscula se echaron a la calle buscando las playas bajo el asfalto de París y la felicidad en las barricadas contra la alienante evolución del progreso, de la sociedad de consumo, de las guerras, del sistema educativo, de las mentiras políticas, de la crisis, del muermo de masas. La imaginación al poder fue el lema que la historia le copió a los insurrectos para resumir aquella erupción colectiva que finalmente se disolvió y de la que quedaron unas cuantas consignas para pegatinas, un referente poético para amagos posteriores que aún colean y una considerable cantidad de libros y de películas a modo de solemne epitafio. Ahora, cincuenta años después, y a 1.700 kilómetros del epicentro de aquel cataclismo, el Instituto Francés de Sevilla, el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (Cicus) y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía se ponen de acuerdo para llevar esa pregunta de nuevo a la primera plana: qué ha pasado con aquellas ideas. Y, en general, con las ideas.

Al pie de la página verán la foto de un señor que parece sorprendido. Tal vez lo esté. Se llama Nicolas Truong y es periodista, ensayista, filósofo, dramaturgo y director de la sección Ideas y Debates del diario francés Le Monde –el simple hecho de que existan esas páginas ya indica el nivel de la prensa vecina–. Pero es que, además, está considerado como un intérprete bastante certero del movimiento de las ideas contemporáneas y del pensamiento filosófico de los siglos XX y XXI, asuntos sobre los que ha escrito y prologado largo y tendido. Pues bien: Truong estará el martes que viene en Sevilla para debatir junto al periodista de esta casa Alejandro Luque –y con quienes quieran apuntarse– sobre las nuevas fracturas intelectuales; sobre si en efecto aquel movimiento social y las ideas que lo sostuvieron tan breve como efusivamente siguen vigentes más o menos hoy en día, y cómo afecta al pensamiento actual por estas latitudes. La evolución del feminismo sería un ejemplo. Como se explica desde el Cicus, se trata de abordar tres preguntas: «¿Se han agotado las ideas del 68? ¿Qué herencia hemos recibido de la gran revuelta estudiantil y obrera? ¿Estamos actualmente asistiendo a una revolución conservadora o, al contrario, a una toma de consciencia salvadora sobre lo que realmente fueron estos acontecimientos?». Ahí están las claves de un apasionante debate que tendrá como sede la de la institución cultural universitaria en la calle Madre de Dios –es decir, entre Federico Rubio y San José– a las siete de la tarde del día 22 y con entrada libre para quien guste.

Y cine, que para eso el asunto es francés. También en el Cicus se puede asistir ya al ciclo de proyecciones titulado Mayo 68, integrado en la temporada cultural del Instituto Francés de España (#TIFE18), y que retoma el citado lema de la imaginación al poder proclamado durante la primavera de hace medio siglo mediante pintadas en los muros de París. Es, como indica la institución, un repaso fílmico a los acontecimientos parisinos con una serie de títulos que narran cinematográficamente los acontecimientos y efectos que este movimiento produjo en la sociedad francesa y europea.

La primera entrega fue ayer con el documental Mourir à trente ans (Morir con treinta años, Romain Goupil, Francia, 1982, 95 minutos, V.O.S.E.). La próxima será el lunes 21, a las ocho de la tarde, con la película de Louis Malle Milou en Mai (Milou en mayo, Francia, 1988, 108 minutos, V.O.S.E.). En ella, Émile Vieuzac vive con su madre en una gran casa de campo. Cuando ella muere repentinamente, él invita a todos sus parientes a acudir al funeral. Son los tiempos de la revuelta estudiantil de mayo del 68. Para finalizar, el lunes 28 a la misma hora, Tous au Larzac (Christian Rouaud, Francia, 2011, 118 minutos, V.O.S.E.). Un día de octubre de 1971, el ministro de Defensa, toma, sin consensuarla con nadie, la decisión de ampliar el campo militar del Larzac de 3.000 a 14.000 hectáreas, provocando así una ola unánime de protestas en la región de Aveyron en una lucha que duraría diez años.