Si el amor te deja sin palabras

Del 14 de diciembre al 24 de enero no vistas de amarillo: ese es el lema. Porque el amarillo es el color que –según los supersticiosos– lleva el mal fario a la escena, y resulta que Sevilla va a ser toda ella un teatro, o al menos lo va a intentar, gracias al feSt: el Festival de Artes Escénicas de Sevilla. Lo de la mala pata se dice un poco en plan de guasa, porque ya para desafiar al martes y trece y a modo de entrantes del menú, los sevillanos de Teatro a Pelo asumían el desafío y se lanzaban al vestíbulo del metro a interpretar Invisibles. La ciudad de Asterión. Sin embargo, será este miércoles cuando se inaugure en el Lope de Vega con la debida solemnidad esta gran cita anual con las tablas; un honor que recae este año en la compañía vasca Marie de Jongh y en su conmovedora y laureada obra Amour. Su autor y director, Jokin Oregi, recalcaba ayer a este diario que se trata de un montaje para toda la familia, «una obra audaz» con la que se pretende que todos, sin importar la edad de cada cual, compartan emociones similares y participen del diálogo del teatro.

Lo primero que conviene decir de Amour es que, siguiendo la tradición de la compañía, se trata de treatro gestual; no hay palabras. Esto puede parecer contradictorio con el empeño de ofrecer un discurso profundo y reflexivo sobre los sentimientos, pero asumir y superar ese tipo de retos es lo que ha reportado una decena de premios al director y a los actores desde la fundación de Marie de Jongh en 2008. «La clave del éxito está en la exigencia», dice Jokin, «en el placer de superarse». Ese placer le ha reportado a Amour el premio Fetén 2016 al mejor espectáculo.

La propia compañía, en sus textos promocionales, subraya que estos montajes en lenguaje gestual adquieren «un cariz delicado, emocionante y conmovedor que no deja indiferente a nadie. Teatro de adultos para niños y teatro infantil para adultos». Como síntesis del argumentos, una frase: el amor siempre nos da una oportunidad. La sinopsis explica que «unos niños juegan en el país donde todo empieza. Se afanan en descubrir el mundo transformando su universo. Imitan a los mayores, con audacia y desenfado. Se atreven a amar sin saber cuál es su verdadero significado. No dudan en enemistarse antes, incluso, de encontrar la palabra odio en sus bolsillos. Saben de olores, piel, caricia, abandono, refugio, deseo. No saben del tiempo. Y de pronto, han transcurrido más de sesenta años. Ahora, envejecidos, sacan de los bolsillos multitud de palabras que caen como hojas marchitas. Saben de olores, piel, caricia, abandono, refugio, deseo. Y, paradójicamente, no dudan en enemistarse cuando ya conocen el verdadero significado de amar. Saben del tiempo. Lo que no saben es que el amor siempre nos da una oportunidad».

«Vamos a Sevilla con muchísima ilusión», afirmaba Jokin Oregi. «Queremos mucho a Sevilla, y el habernos ofrecido la inauguración del feSt nos hace sentirnos reconocidos». En coproducción con el Teatro Arriaga de Bilbao, Amour es «un salto» hacia un nivel superior en la trayectoria de la compañía, que de este modo «ha cogido otra envergadura». La idea es hacer trabajos para que diferentes generaciones los compartan al mismo tiempo. «Nos gusta ese compartir», insiste el director. «No que los mayores dejen a los niños y se vayan a tomar café, sino que compartan con ellos los kleenex si hay que llorar o las carcajadas». Si encima de trata de «historias muy necesarias», mejor que mejor.