Macarena García, la actriz del momento. En 2012 ganó el Goya a Mejor Actriz Revelación, con sólo 23 años. En 2018 ha arrasado taquillas con La llamada. Ahora su talento se cuela en La otra mirada, su último trabajo.

—¿Cuál es tu papel en la serie?

—Interpreto a Manuela, la nueva directora. Mi madre es la dueña de esta academia. Ha sido la directora hasta ahora, pero se ha jubilado. Se verá envuelta en un gran conflicto porque va a ser muy juzgada y muy presionada por su edad y por algunas decisiones que harán que la academia cambie de rumbo.

—¿Qué pensaste cuando te dieron la oportunidad de hacer este trabajo?

—Me interesó mucho la serie en sí porque creo que es algo muy nuevo y, concretamente a mí, me apetecía mucho hacer de una directora. Hasta hace no mucho he estado haciendo papeles de chicas jóvenes. Yo me siento más mujer. Estaba tomando decisiones encaminadas a esto, a hacer papeles de adulta. En esta serie tengo la oportunidad de hacer de una mujer súper valiente, con mucha fuerza, con las cosas muy claras a pesar del miedo que conlleva tomar decisiones que a todos les pueden parecer incorrectas. Me encanta. No lo dude la verdad.

—¿Qué significa compartir escena con un rodaje 80 por ciento femenino?

—Me encanta, es una de las cosas que más me llamaron para aceptar el proyecto. Me parecía muy interesante que se contara la historia desde el punto de vista de la mujer. Las protagonistas somos mujeres. Personajes muy importantes que van a contar su propia historia. Me apetecía mucho compartir un rodaje rodeada de compañeras, me parecía una experiencia bonita. Y está siéndolo.

—¿Qué opinas de la tendencia audiovisual por crear historias que dan voz a la mujer?

—Me parece muy necesario y me alegra muchísimo. Es importante que por fin se empiece a dar voz a mujeres. Solíamos ver más a las mujeres al servicio del hombre y está pasando que eso está cambiando. Se están contando historias muy interesantes desde el punto de vista de la mujer. Yo en concreto he tenido la suerte por ejemplo de hacer La Llamada. Creo que tiene el mismo tinte. También en El Ministerio del Tiempo los papeles de las mujeres también tenían un montón de fuerza y de mundo propio. Son mujeres activas en su propia vida. Para mí es crucial a la hora de tomar la decisión de elegir un personaje y un proyecto y creo que esta serie se lo ha tomado en serio. Al final a través del cine y la televisión se crean referentes y se pueden cambiar las cosas de verdad. Desde casa en tu pantalla ves imputs que te llegan a diario y pueden modificar tu forma de ver las cosas y es importante que eso lo tomemos con responsabilidad.

—Como una de las actrices más jóvenes del panorama español ¿crees que tu generación está demostrando que no está «perdida»?

—Absolutamente. Lo estamos demostrando. Somos una generación que a veces ha sido menospreciada y maltratada y ahora tenemos muchísimo que contar. Los jóvenes estamos siendo muy valientes y muy atrevidos. Está habiendo voces que se atreven y que alzan la voz para decir verdades que nos ha costado oír. Hacen mucho bien, todavía son necesarias porque hay mucho que hacer. Aunque parezca que no, hay muchísimo por hacer

Patricia López Arnaiz regresa a Sevilla por tercera vez. Su último trabajo ha sido todo un éxito, La Peste. En unos meses, regresará a las pantallas españolas como Teresa, la protagonista de La otra mirada.

—¿Cómo es tu personaje?

—Teresa es una mujer que ha viajado mucho, no tiene un arraigo con un sitio, no tiene el peso de la tradición. A parte de que ha vivido y ha viajado, ha tenido acceso a la cultura. Esto le permite tener una capacidad crítica mayor, avanzada para la época. Especialmente esto creará mucho contraste con ese entorno de los 20. Teniendo en cuenta el peso de la moral y de la religión que va a encontrar en la academia.

—¿Qué te parece estar de vuelta en Sevilla?

—Estoy encantada. Cuando me marché de Sevilla al acabar La Peste, me fui enamorada de esta ciudad. Enamorada de la gente. Por eso, me ha encantado volver, tenía muchas ganas. La pena es que no rodemos más tiempo. Estos días he estado yendo y viniendo a Madrid. Me ha dado mucha pena no poder quedarme en Sevilla y tapear y pasear. Es una ciudad preciosa. Es súper bonito estar aquí rodando. Las jornadas son más largas pero merece la pena cuando estas en sitios como este. Es maravilloso.

—¿Y lo de protagonizar una historia de mujeres?

—Me parece muy interesante. Los años 20 son una época muy interesante. Es cuando en EEUU se consigue el sufragio de la mujer, cuando empieza toda la modernidad y cuando realmente se comienzan a dar pasos. Se empieza a posicionar a la mujer en el lugar que merece. Es importante valorar que hubo mujeres que lucharon muchísimo por cosas que tenemos hoy. Por eso, tenemos que comprender que el feminismo es necesario. Hay que eliminar el elemento peyorativo que tiene el concepto para mucha gente. Es gracias a la corriente feminista y su lucha que hoy tenemos derechos. Entonces la serie está guay por ver ese paso. Es un momento de contraste, se empieza a ver la evolución y la consecución de los derechos de las mujeres.