«Sor Ángela de la Cruz tiene un historiazo»

El creador de las exitosas series ‘Isabel’ y ‘El Ministerio del Tiempo’ dice tener proyectos sobre Andalucía desde hace años, como una ‘sitcom’ sobre la Guerra de la Independencia

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
20 oct 2016 / 10:17 h - Actualizado: 20 oct 2016 / 10:18 h.
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  • El guionista Javier Olivares, creador de ‘El Ministerio del Tiempo’, en una imagen de archivo. / RTVE
    El guionista Javier Olivares, creador de ‘El Ministerio del Tiempo’, en una imagen de archivo. / RTVE

El creador de las últimas series que han revolucionado el panorama televisivo hasta el punto de poner en el foco la figura del guionista y no tanto la del director, el madrileño Javier Olivares (1958), que junto a su hermano Pablo (fallecido en 2014) creó la exitosa El Ministerio del Tiempo (a punto de estrenar su tercera temporada en TVE), asegura que «Andalucía tiene muchos temas» que podrían llevarse a la pequeña pantalla, como el de «Sor Ángela de la Cruz, que tiene un historiazo», aseguró con ocasión de un encuentro con seguidores de sus trabajos en la Casa de la Cultura de Los Palacios y Villafranca, cuyo Ayuntamiento incluyó al también historiador en las actividades de su Semana Joven, que se celebra estos días.

Olivares asegura llevar años con proyectos como este en la cabeza, pero «es que para hacer El Ministerio del Tiempo, por ejemplo, he mordido el polvo diez veces». El guionista no especificó hasta qué punto ha trabajado la historia de María de los Ángeles Guerrero González (Sevilla, 1846-1932), la fundadora del Instituto de las Hermanas de la Cruz, canonizada por Juan Pablo II en 2003 como Santa Ángela de la Cruz, pero insistió en haberlo «comentado muchas veces porque verdaderamente tiene una historia que hay que contar».

Nacida en la sevillana plaza de Santa Lucía, Sor Ángela, como habría de ser conocida a lo largo del siglo XX, se crió en un hogar modesto (su padre, venido de Grazalema, era cardador de lana), con 14 hijos de los que sobrevivieron seis. Los padres de Ángela, antes de adquirir el sor, ejercieron de criados en el convento de los frailes de la Trinidad, y ella trabajó hasta los 29 años en un taller de fabricación de zapatos, mientras iba alimentado su propia vocación e iba intentando entrar en algunos conventos como el de las Carmelitas Descalzas o el de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que tuvo que abandonar por unos vómitos que solo le desaparecieron tras dejar el cenobio, aunque ella siempre contara que la habían curado unos soldaditos de pavía (bacalao cortado en tiras rebozadas y fritas) de una freiduría sevillana.

En 1875 fundó su primer convento, un cuarto en el número 13 de la calle San Luis desde donde organizaron un servicio de asistencia a los más necesitados. Al año siguiente, cuando la epidemia de viruela, Sor Ángela y sus compañeros se esforzaron tanto en ayudar a pobres y enfermos que el Cardenal Spínola –fundador de El Correo de Andalucía–, entonces arzobispo de Sevilla, admitió y bendijo su obra, extendida rápidamente por Andalucía y Extremadura, desde cuyos numerosos conventos siguieron asistiendo a pobres, enfermos y huérfanos.

‘Viva la Pepa’

Olivares reveló además que lleva «como 18 años queriendo hacer una sitcom [una serie de humor] sobre la Guerra de la Independencia». «Ya está escrita y todo el que la lee se parte el culo de risa, pero nadie se atreve a financiarla, aunque es baratísima», aseguró, tras explicar que la serie se llamaría Viva la Pepa, aunque «la Pepa no es la Constitución sino una bailaora flamenca que vive en un pueblo junto a Despeñaperros».

El creador de afamadas series como Los Serrano o Los hombres de Paco, que ha dado el salto de historias humorísticas y cotidianas, de encargo, a «las nuestras, las que siempre quisimos hacer», insiste en que hay muchos detalles históricos que nadie sabe, como «que Simón Bolívar, con 16 años, vivía en Madrid», o que «la Duquesa de Osuna y otras mujeres de la aristocracia se hicieron cargo del hospicio madrileño porque morían nueve de cada diez niños, y ellas trajeron un médico alemán que redujo la mortalidad».

El creador y guionista de Isabel, la serie que consiguió inusitados índices de audiencia y reconcilió al espectador medio con nuestra historia, recuerda dolorido no aparecer «ni en los créditos ni en las notas de prensa». Cuando empezó la segunda temporada, que ya no era suya, «decían que se renovaba la serie de Javier Olivares, ¡pero yo ya estaba en el paro!», exclama.