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Neil Hannon, único miembro estable de The Divine Comedy desde 1988, actúa en el Teatro Alameda. / El Correo
El Teatro Alameda se viste de gala este domingo, a partir de las 20 horas, para recibir una lección magistral de pop clasicista, orquestado y melódico, que es el sello inconfundible y distintivo de The Divine Comedy, una de las bandas imprescindibles de la música británica de las últimas tres décadas. Todas las entradas, más de medio millar, están ya agotadas (y costaban 30 euros anticipadas...), lo que da una idea de lo atractivo de la propuesta.
Con la organización de La Suite, la colaboración del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla y el patrocinio de la firma cervecera Estrella Damm, es el mejor colofón posible para el ciclo de conciertos Nocturama. Y lo es porque se subirá al escenario del recinto de la calle Crédito nada menos que Edward Neil Anthony Hannon, que es el nombre en toda su extensión de uno de los más reconocidos genios del pop británico. Este norirlandés nacido en la localidad de Derry hace 46 años lleva desde el año 1988, que se dice pronto, facturando una música original que bebe lo mismo de The Smiths que del barroquismo de Burt Bacharach, a lo que Hannon añade su particular actitud crooner, inspirada en autores como Scott Walker o Jacques Brel.
Tras seis años de silencio discográfico, los transcurridos desde Bang Goes the Knighthood (2010), The Divine Comedy se halla de gira por Europa y dará en Sevilla uno de los tres únicos conciertos en España de presentación del álbum que publicara en septiembre de 2016 bajo el título de Foreverland y al que precedieron los sencillos Catherine the Great y How Can You Leave Me On My Own el verano pasado.
En el Teatro Alameda estará acompañado por una compatriota, Lisa O’Neill, joven cantante folk de corte intimista que ha sido designada por The Guardian como uno de los diez talentos musicales a seguir en 2017.
La velada irlandesa tendrá su momento culminante pasadas las nueve de la noche, cuando aparezca en las tablas del teatro Neil Hannon para brindar al público sevillano unas canciones que retratan de forma irónica y mordaz la vida moderna y en cuyas letras aparecen, tamizados por referencias literarias y culturales, temas tan universales como el amor, la venganza o el sexo.
DESDE LOS 18 AÑOS
Este galán del pop británico inició su carrera musical con apenas 18 años cuando se unió a sus compañeros de estudios en Enniskillen, John McCullagh (bajo) y Kevin Traynor (batería). Formaron The Divine Comedy y firmaron por la compañía independiente Setanta Records, con la que publicaron su primer trabajo en 1990 bajo el título de Fanfare for the Comic Muse. Se les asoció con bandas shoegaze como Ride o My Bloody Valentine, pero enseguida se desmarcaron.
También pronto se acabó el idilio y Hannon optó por continuar en solitario, abrazando un sonido ya marca de la casa con la combinación de arreglos de cuerdas y vientos, guitarra acústica y piano. Para este instrumento contó en discos posteriores con el joven compositor Joby Talbot, en una nueva formación con Bryan Mills (bajo) e Ivor Talbot (guitarra).
En pleno auge del britpop, con bandas como Oasis, Blur o Pulp en la cima, el grupo de Hannon vivió sus mayores éxitos con dos álbumes contrapuestos, Casanova (1996) y A Short Album About Love (1997). En este último, y en el posterior Fin de Siècle (1998), Hannon regresó al concepto orquestal, rodeándose hasta de cien músicos. Con el cambio de siglo, precisamente, acabó la relación con Setanta y firmó con Parlophone, que editó tres discos si bien con menor repercusión.