Una versión libre de la famosa obra de Chejov que incide en la impronta cotidiana hasta profundizar en su carácter universal. Es lo que nos propone Alex Rigola con esta propuesta, una suerte de drama intimista que juega con romper la distancia entre el público y los personajes.
Para ello Rigola ha concebido un espacio singular: una caja de madera rectangular con tres niveles de asientos y un aforo de 60 espectadores. Eso posibilita que espectadores e intérpretes estén tan cerca que casi pueden tocarse, lo que no es moco de pavo teniendo en cuenta que el reparto cuenta con dos mujeres tan bellas como Irene Escolar y Ariadna Gil. Sin duda la elección de estas dos actrices supone todo un acierto. Su presencia escénica y la aparente naturalidad que imprimen a sus personajes ayudan a mantener la atención del público.
La adaptación del texto de Rigola desprende frescura y naturalidad, dos rasgos que el director intenta llevar a su máximo extremo con el trabajo actoral, definido por un naturalismo extremo que reta a los intérpretes a una actuación, contenida y fluida a un tiempo, que tiene mucho de juego. De hecho la obra arranca con los cuatro jugando con un globo. Cabe destacar que nada más entrar el espectador se encuentra con un espacio escénico desnudo de elementos escenográficos que le concita a avivar su imaginación y viajar con los personajes a su mundo, como si estuvieran leyendo la obra en vez de verla representada. Se trata, de un ejercicio tan arriesgado como interesante que recrea una curiosa atmósfera de extrañeza, a pesar de la cercanía y la impronta de cotidianidad de los diálogos. Los personajes se presentan con sus nombres en la vida real y se dirigen directamente al público rompiendo de vez en cuando la diégesis, sobre todo el protagonista, al que Luís Bermejo perfila como un hombre sumamente inteligente y con una buena carga de sorna que entabla una curiosa complicidad con el público. Pero por desgracia a medida que la dramaturgia se adentra en la historia el ritmo decae y el discurso se desdramatiza hasta resultar plano y tedioso.
LA FICHA
Obra: Vania (Escenas de la vida)
Lugar: Teatro Central 20 de enero
Producción: Festival Temporada Alta, Heartbreak Hotel, Titus Andrònic S:L: y Teatros del Canal
Dirección y adaptación: Alex Rigola
Dramaturgista: Lola Blasco
Interpretación: Ariadna Gil, Irene Escola, Luis Bermejo y Gonzalo Cunil
Calificación: 3 estrellas