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Torbellino del compás en los pies

El tratamiento es amable además de cordial pero tiene en su contra que nada sabemos de sus etapas oscuras

18 nov 2017 / 21:01 h - Actualizado: 18 nov 2017 / 21:06 h.
"Cine"
  • Torbellino del compás en los pies

Fue el pasado año en la Bienal de Flamenco cuando se pudo disfrutar por última vez en la ciudad de Sevilla del baile de la Chana, fue en el Teatro Central formando parte del espectáculo de improvisación de Rocío Molina. Siendo niña y escuchando la radio aprendió el significado del compás que más tarde aplicó al baile. Así de sus primeros pasos con el polvo de los caminos pasó a bailar en fiestas familiares, en tablaos y salas de fiesta. En 1977 se produce su primera intervención en el programa de TVE, Esta noche, fiesta, será el momento de la llegada del éxito, del reconocimiento público y de la oportunidad para crear su propia compañía, y con ella, un espectáculo que presenta por España y en muchos países del mundo. Su brillo duró sólo unos años. Condicionada por su familia y confundida por su marido, que no aceptaron su victoria y deseos de independencia por el hecho de ser mujer, es obligada a abandonar los escenarios durante un tiempo. Es una víctima más del machismo omnipresente y del patriarcado de su étnia, que la llevan a sufrir malos tratos. Tras ser abandonada y robada, pasa años de penuria hasta que vuelve a los escenarios logrando de nuevo fama y reconocimiento.

La directora croata Lucija Stojevic hace un repaso a la trayectoria personal y artística de la bailaora con calculada distancia y un correcto tono didáctico. De su época gloriosa vemos imágenes de archivo, asombrosas e impactantes las de sus actuaciones en televisión o la de su participación en la película The Bobo (1967) que protagonizaba Peter Sellers. De la actual, su plácida vida en un pueblo de la costa catalana. La protagonista está presente en la mayoría de las secuencias, sus pies y sus zapateados inundan la pantalla. Como suele ser habitual en este tipo de retratos, el tratamiento es amable además de cordial pero tiene en su contra que nada sabemos de sus etapas oscuras, la directora abandona a conciencia el riesgo y el uso del bisturí para no provocar debate. Cinematográficamente es un producto reivindicativo y sensible, aporta emoción y sentimiento, Stojevic aprovecha la naturalidad y el poderío de la propia Chana para empoderar el relato con su presencia y encandilar con su espectacular y novedosa forma de bailar. Es candidata a mejor documental en los premios europeos del cine (EFA).

La Chana ***

España, Islandia, Estados Unidos 2017 83 min.

Dirección Lucija Stojevic Intérpretes Antonia Santiago Amador, Antonio Canales.

Documental