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El bailaor José Galván, en una imagen de archivo. / Javier Díaz
El próximo día 22, la Peña Flamenca Torres Macarena de Sevilla le va a organizar un homenaje al maestro sevillano José Galván, padre de dos grandes artistas del baile, Israel y Pastora Galván, además de un profesor de baile con gran prestigio y mucho carisma, como quedó claro en la pasada Bienal, siendo uno de los triunfadores.
Se está dando un hecho digno de estudio: algunos maestros están siendo más reconocidos gracias a sus hijos artistas, y no digo que sea el caso del maestro José Galván, quien ocupa el sitio que ocupa por méritos propios. Sin embargo, es indudable que algo influye. Podría citar muchos casos, pero, entre otros, ahí están los de Enrique Morente o El Parrón, padre este último de la cantaora granadina Marina Heredia.
Israel Galván llegó a decir al respecto: «Yo creo que nosotros somos lo que nuestros padres no han podido ser», declaró en El País en 2011. Se refería a él y su hermana Pastora. Los padres de Israel y Pastora Galván son José Galván y Eugenia de los Reyes, los dos, artistas del baile, aunque modestos.
Cuando Sevilla era la patria de los tablaos, en los años sesenta, este matrimonio se batió el cobre con otros artistas del baile del prestigio de Farruco, Manuela Carrasco, Matilde Coral o su marido Rafael el Negro. Eran jornaleros del baile, salían cada noche a ganarse un sueldo. No fueron nunca estrellas del baile, sino trabajadores. Él, un bailaor de fuerza, y ella, con mucho arte y pureza en los brazos.
Eugenia de los Reyes llegó a bailar en los tablaos embarazada de seis meses de su hijo Israel. O sea, que el prodigioso artista sevillano ya empezó a sentir el compás en la barriga de su madre. Sin embargo, cuando Israel comenzó a ser famoso, ¿quién sabía que su madre era bailaora? Tampoco sabían mucho sobre su padre, que hoy es casi tan famoso como el hijo.
José Galván es un bailaor sevillano y de la escuela hispalense. Tiene el sabor añejo que heredó de sus maestros, además de una fuerza impresionante en los pies. Con los años, la merma de facultades físicas le ha llevado a pararse y recrearse más en la colocación de los brazos, en el regusto que dan tantas y tantas noches bailando en un tablao.
Después tantos años de lucha, José Galván recoge ahora los frutos a su esfuerzo, dirigiendo su estudio de baile en la sevillana calle Venecia, actuando solo en ocasiones muy especiales y, sobre todo, recibiendo homenajes, como el que le van a tributar el día 22 en la peña flamenca más antigua de Sevilla, y la de más solera, como es Torres Macarena.
Sevilla ha contado con célebres maestros y maestras de baile. Ya en el siglo XIX, hicieron historia profesores como Félix Moreno, Miguel y Manuel de la Barrera, La Campanera, Ángel Pericet y el Maestro Otero. Luego llegaron Realito, Enrique el Cojo, Matilde Coral, Farruco, Manolo Marín y otros muchos. Sin ellos y ellas no podría entenderse el baile en Sevilla, por mucho que digan algunos que no es de academia. Pues sí, lo es, aunque haya habido genios que no las han necesitado para triunfar y que han aprendido en su propia casa, en el ambiente familiar, que no deja de ser también una escuela.
Felicidades al maestro José Galván por este homenaje más que merecido.