Antes de dirigir la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Helena Pimenta era ya considerada como una especialista en montar los textos clásicos con un lenguaje propio del teatro contemporáneo. Esta nueva versión de El perro del hortelano es un claro ejemplo.
Como no podía ser de otra manera teniendo en cuenta que se trata de un montaje de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, esta propuesta cuenta con una excelente producción que pone a su disposición un exquisito entramado formal, conformado por una escenografía grandiosa y funcional a un tiempo; una iluminación rica en matices; un vestuario tan elegante como vistoso y un espacio sonoro conmovedor. Con todo ello Pimenta envuelve la escena con una atmósfera de ensoñación que incide en la condición de ficción que sustenta la comedia. Es un rasgo propio del teatro contemporáneo. Pero la versión de Álvaro Tato parte del respeto al argumento y al verso de Lope, que nos regala algunos monólogos sumamente hermosos que suponen todo un tratado sobre el amor y el poder del deseo. Es justo lo que enfatiza este montaje. Tanto la dramaturgia como la puesta en escena, más que dirigirse a mostrar la fuerza de la ambición o la transgresión moral que supone saltar la barrera de los estamentos sociales, hace hincapié en la lucha interior de los personajes por no ceder a sus impulsos amorosos. Una lucha que Pimenta saca al exterior mediante un magistral recurso: un personaje mudo que deambula por la escena, invisible para el resto de los personajes, aunque perfectamente visible para el público. Representa a Cupido y se muestra como una figura poderosa e implacable.
Aunque las primeras escenas resultan un tanto largas, poco a poco el ritmo va ascendiendo hasta alcanzar la fluidez. Las transiciones se impregnan del espíritu de la comedia en complicidad con el espacio sonoro y el movimiento actoral, que resulta tan dinámico como sutil y agraciado, casi dancístico. No en vano la danza es un recurso más del que se sirve Pimenta para enfatizar el humor y el contenido lírico de algunas escenas. Lástima que, aunque todo el elenco derrocha maestría y talento, al principio los intérpretes confunden el ritmo con la precipitación del verso, que en algunos momentos incluso llegan a atropellar. Por fortuna, poco a poco la medida se va imponiendo y los personajes se adueñan de la escena.
FICHA
Obra: El Perro del hortelano
Lugar: Teatro Lope de Vega, 16 de marzo
Compañía: CNTC
Autor: Lope de Vega
Versión: Álvaro Tato
Dirección: Helena Pimenta
Interpretación: Rafa Castejón, Joaquín Notario Marta Poveda, Álvaro de Juan, Óscar Zafra, Nuria Gallardo, Alba Enriquez, Natalia Huarte, Paco Rojas, Egoitz Sánchez
Calificación: 4 estrellas