Reflejar la decadencia de la aristocracia frente al poder de la Iglesia y del ejército en el siglo XIX. Es lo que nos propone Fundición Producciones con este nuevo montaje, una suerte de comedia histórica musical que gira en torno a la triste figura de un aristócrata sevillano, el Marqués de Pickman.
La puesta en escena se define como un ejemplar engranaje formal. Tanto la música como el vistoso vestuario de Carmen Giles remiten a las murgas carnavalescas y a la zarzuela con aires castizos, mientras que la iluminación de Carmen Mori y la escenografía de Juan Ruesga definen un espacio simbólico que potencia la condición teatral del relato, al igual que los personajes, que se definen como máscaras ficticias a medio camino entre el clown y la comedia del arte. No en vano el objetivo principal de la obra es provocar la risa del respetable, aunque por desgracia no acabe de conseguirlo.
Tal vez se deba a que la dramaturgia le dedica mucho tiempo a los prolegómenos del duelo y la presentación de los personajes, y en su empeño histórico las canciones, por mucho que su música evoque el espíritu burlón de las murgas populares, no resultan graciosas. Por fortuna, la obra cuenta con un elenco de intérpretes que no se achican ante los retos, que aquí no son pocos teniendo en cuenta que deben perfilar varios personajes reforzando su carácter artificioso (lo que los sitúa al borde de la sobreactuación) y además tienen que cantar unos temas que les exige una técnica que no acaban de dominar. Cabe destacar la maestría y vis cómica de Javier Centeno en su doble papel de Marqués y Cardenal.
Obra: Duelo a muerte del Marqués de Pickman y lo que aconteció después con su cadáver
Lugar: Teatro Lope de Vega, 7 de diciembre
Producción: Fundición Producciones
Texto: Pedro Álvarez-Ossorio, Miguel Martorell y Pepa Sarsa
Dirección: Pedro Álvarez-Ossorio
Dirección musical: Santiago Martínez
Interpretación: Cristina Almazán, Javier Centeno, Paz de Alarcón, Iñigo Núñez.
Calificación: ***