Un pueblo al compás de Elvis

La realizadora sevillana Vanesa Benítez rueda el documental ‘Rota n’Roll’, una cinta que recrea cómo cambió la base americana las costumbres y el ritmo de esta localidad

07 ago 2016 / 21:55 h - Actualizado: 07 ago 2016 / 22:33 h.
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  • El documental cuenta con numerosos testimonios de norteamericanos y roteños. / El Correo
    El documental cuenta con numerosos testimonios de norteamericanos y roteños. / El Correo
  • La directora Vanesa Benítez, a la izquierda, en un momento del rodaje de ‘Rota n’Roll’. / El Correo
    La directora Vanesa Benítez, a la izquierda, en un momento del rodaje de ‘Rota n’Roll’. / El Correo

Rota siempre ha sido un lugar diferente. Un pueblo con un ritmo distinto, una especie de Gibraltar con bandera española y con una historia bastante más feliz y fructífera para sus habitantes que la de la colonia británica. Es también uno de los pocos sitios donde uno puede declarar su amor a USA sin excesivo celo de ser tachado de imperialista. Puede que la música tenga mucho que ver en ello. Quizás habría que agradecer a Elvis Presley o Los Beatles su estimable hoja de servicios; fueron el pegamento entre una cultura y otra, la propia de la villa gaditana y la de los primeros norteamericanos que se instalaron en la gran Base Naval.

Es esta una historia que nadie ha contado. A la que nadie ha puesto nunca imágenes y que solo permanece en el recuerdo de quienes, sin quererlo, se sintieron protagonistas de un encontronazo cultural y sociológico con saldo positivo. La realizadora sevillana Vanesa Benítez rueda Rota n’Roll, un documental que intenta recrear –«con un afán muy cinematográfico»– cómo se vivió la llegada de la comunidad estadounidense a esta pequeña villa marinera.

Con mucho trabajo todavía por delante, y con la aspiración de poder estrenar en cines (si bien Canal Sur ya tiene los derechos de emisión), el equipo de producción de Mano Negra Films ya ha grabado las primeras entrevistas, a protagonistas de uno y otro lado. «Hay mucha nostalgia por ambas partes, todos recuerdan aquellos años [finales de los 50, y décadas de los 60 y 70] con muchísima emoción. En Rota hubo abundancia de todo. Nos cuentan que el pueblo era casi una ciudad sin ley, en la que se escuchaba rock a todas horas y se vestía con minifalda mucho antes de que estas comenzaran a aparecer en las grandes capitales españolas», dice Benítez.

Forzosamente el cambio tuvo que ser gozoso. Y drástico. «Se pasó de oír a todas horas a Joselito a poder sintonizar la American Forces Radio y que Elvis Presley se convirtiera en la música popular de Rota», asegura la realizadora. Porque a esta ciudad humilde y costera no solo llegaron misiles, también lo hicieron los dólares, los pantalones Levi’s, el tabaco Marlboro, las historias de amor cruzadas y los Beach Boys. «La música llenó de acordes imborrables aquella época», sentencia Benítez. La Base Naval cayó como un meteorito en medio del pueblo. Y lo cambió todo. «Es muy diferente de las vivencias de Morón de la Frontera o Torrejón de Ardoz, en las que las bases están tan alejadas del núcleo urbano que apenas hay sentimiento real de comunidad», indica.

Filmar Rota n’Roll no está siendo sencillo. «Rodar dentro de la Base no es nada fácil, actualmente es muycomplicado entrar, aunque tenemos buena relación con la Embajada de Estados Unidos, donde están encantados con la idea», reconoce Benítez. También lo están los cientos de marines retirados que viven en Rota, Chipiona y El Puerto de Santa María, que ven en este proyecto una manera de recuperar su memoria. «Hubo muchos que volvieron a Estados Unidos y regresaron, porque estaban totalmente mimetizados con las costumbres gaditanas», explica la realizadora.

Luego está el arduo proceso de documentación, para el que el equipo está yendo «puerta por puerta» pidiendo fotos e imágenes de la época gloriosa de la Base Naval: «Van a salir a la luz muchas imágenes que nadie ha visto», avisa.

El documental concluirá con la muerte del dictador Franco, que coincidió también con el declive de este boom cultural roteño. «Todo el cosmopolitismo que se vivió en Rota se esfumó cuando se marcharon los submarinos Polaris. Además, con la democracia España se abrió al mundo y lo que durante un tiempo fue exótico, luego ya no lo fue tanto», cuenta. Es cierto que aun perviven en el pueblo bares de idiosincracia norteamericana, pero la mezcla ya no existe. «Tras los atentados de las Torres Gemelas la Base se blindó, allí ya no puede entrar absolutamente nadie, y eso tampoco ayudó», lamenta.

La «pequeña América» se esfumó, y solo acontecimientos como la reciente y fugaz visita del presidente Obama parecen recordar al mundo que en Rota continúa sonando de fondo, muy de fondo, el pegajoso ritmo del rock ‘n’ roll.