Un rey para la posteridad

El Maestranza estrena en España la última ópera de Zemlinsky. Se trata de un título desconocido que guarda algunas de las mejores esencias de la música del siglo XX

21 jun 2016 / 08:16 h - Actualizado: 21 jun 2016 / 09:26 h.
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  • El Teatro de la Maestranza realizó ayer el estreno escénico en España de la ópera ‘El rey Candaules’, del compositor austriaco Zemlinsky. / Pepo Herrera
    El Teatro de la Maestranza realizó ayer el estreno escénico en España de la ópera ‘El rey Candaules’, del compositor austriaco Zemlinsky. / Pepo Herrera
  • La ópera podrá verse en dos funciones adicionales los días 22 y 24 de junio. / P.H.
    La ópera podrá verse en dos funciones adicionales los días 22 y 24 de junio. / P.H.

Habíamos oído hablar de El rey Candaules. Sabíamos que fue el último gran empeño operístico de Zemlinsky. Una misión abortada, en parte, por la enfermedad y la censura. Conocíamos grabaciones de la obra, y hasta una vez se ofreció una versión en concierto en el Festival de Canarias. Pero hasta anoche no supimos de la fuerza desgarradora de esta música. Su director musical, Pedro Halffter, compartió hace unos días su convencimiento de que este título pasará a formar parte del repertorio lírico del siglo XX. Hoy concluimos con él en que tiene razón. El Maestranza vuelve esta semana a capitalizar la atención del mundo lírico con el estreno escénico en España de una ópera que estaba ahí, esperando. Es mérito del maestro madrileño, quien compagina estas funciones –que nadie, nadie debería perderse, hay otras dos oportunidades, mañana y el viernes 25– con otro empeño importante, El emperador de la Atlántida, de Viktor Ullmann, en el Teatro Real, y en coproducción con el coliseo sevillano.

Es esta una historia compleja. Habla de celos, de vanidad, de orgullo y de poder. Pero, sobre todo, habla de deseo. Deseo que es condenado un tanto moralizantemente. El de Candaules por compartir la belleza de su esposa con terceros. Pero esa es otra cuestión. En todo caso, es una ópera rotundamente abierta a interpretaciones, a posicionamientos. Eso, que duda cabe, la engrandece. La producción del Teatro Massimo de Palermo funciona con ejemplaridad. Juega su mejor baza en una iluminación de tintes industriales y en continua metamorfosis. Su contexto retrofuturista remarca la atemporalidad de la corte en la que transcurren los hechos. Hubiéramos preferido, sí, una tinta más gruesa en la exposición de los deseos que mueven a los protagonistas; más suciedad y menos sutilezas.

El director de escena, Manfred Scheweigkofler, opta por un erotismo tan mojigato como lo es la mentalidad de Nyssia. No obstante no desdeñamos su competencia; todo está claramente expuesto, y con momentos visuales de interés.

Pocas veces se tiene la sensación de tener, en el escenario, a un cantante que se cree tanto a su personaje. El tenor Peter Svensson redondeó una interpretación magistral, en el plano dramático, de Candaules. Comenzó con una emisión algo opaca, pero logró imponerse rápidamente con una proyección generosa, con una voz que corrió fácilmente por el teatro. Martin Gantner (Gyges) exhibió una voz de gran calidad, obligado a un canto de considerable rudeza, y consiguiendo salir airoso de una partitura que interpretaba por primera vez. Debutaba en Sevilla la soprano Nicola Beller Carbone, que fue una Nyssia con una voz de gran cuerpo y buena afinación. Supo expresar bien, en general, a su personaje, y confiamos en que, como Svensson, no sea la primera y última vez que se la vea aquí. El resto del elenco de secundarios mantuvo la altura de la función.

En el foso, Pedro Halffter dirigió a una Sinfónica de Sevilla -¿por qué todavía no se han quitado sus profesores el lazo verde, si ya se ha solventado (por ahora) el problema económico de la orquesta?- que volvió a sonar como solo hace cuando es el madrileño quien está en el podio. La riqueza cromática de la música de Zemlinsky y su tonalidad, que parece estar a punto de quebrarse en algunos pasajes, fue entendida con un enorme grado de madurez por el director. Su lectura fue dramática y detallista, de encendido lirismo, y agria y acerada cuando así se requería, como en el percutido y precipitado final, con un palpitante colofón sinfónico a una obra grande.

ÓPERA

Der König Kandaules

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Teatro de la Maestranza. 20 de junio.. Der König Kandaules, de Alexander von Zemlinsky. Intérpretes: P. Svensson. M. Gantner. C. Robertson. J. M. Montero. D. del Castillo. D. Sánchez. M. Tosi. V. Ombuena. M. Atxalandabaso. I. Proferisce. I. Orlov. N. Beller Carbone.. Dirección de escena: Manfred Schweigkofler. Escenografía: Angelo Canu. Vestuario: Mateja Benedetti. Iluminación: Claudio Schmid. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Dirección musical: Pedro Halffter. Producción del Teatro Massimo de Palermo.