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El periodista y escritor Guillermo Busutil, director de ‘Mercurio’. / El Correo
Para los lectores españoles es una referncia fundamental, una brújula para guiarse en medio del océano de novedades editoriales que anega periódicamente las librerías. Y hasta los visitantes esporádicos de estos establecimientos la conocen por tropezarse a menudo con ella. La revista Mercurio cumple 200 números: dos décadas cumpliendo fielmente con su cita con el público, una excusa ideal para conversar con su director, Guillermo Busutil.
«Mercurio nace hace 20 años como un proyecto de Javier González Cotta, que la convierte en una revista andaluza con distribución gratuita en librerías de la comunidad y que contiene en su mayoría reseñas de libros, y algunos artículos de libre creación», recuerda Busutil. Una vez que la cabecera es adquirida por la Fundación José Manuel Lara, Antonio Rivero Taravillo pasa a ser su director durante un corto período, «y en febrero de 2007 aparece con un nuevo diseño, bajo mi dirección, que contempla un dossier temático, un apartado dedicado a los autores clásicos, una doble página protagonizada por la mirada literaria a una ciudad y una firma invitada. Una apuesta que busca también la calidad de una buena edición plástica tutelada por Ricardo Martín. También se suma al diseño una sección dedicada a los libreros, para agradecerles su apoyo, y que posteriormente irán incorporando otras revistas y suplementos», añade el director.
«En este arranque de 2007 es imprescindible el aval de de Ana Gavín, directora de la Fundación Lara e impulsora de la revista, que decide elevar a tirada y que se potencia la distribución nacional», prosigue Busutil. «Desde entonces y a lo largo de estos once años la revista ha alcanzado sucesivamente el número 100 dedicado a Ana María Matute, y el 200 con una selección de artículos de los últimos cien números».
Para este periodista y escritor, lo que distingue a Mercurio de otras publicaciones afines, su sello propio, «consiste en tener un buen equilibrio entre el fomento de la lectura, la divulgación, el abrir la mirada literaria a otras disciplinas, además de a los géneros y afluentes de la literatura, el rigor y la calidad de escritura y conocimiento en torno al análisis de los libros y a su acercamiento a los lectores. El respaldo de estos, de los autores, de los editores, libreros y profesores, viene dado por el interés que despiertan los temas tratados en los dosieres y por lo referido anteriormente al tratamiento de los libros».
¿Crítica literaria al alcance de todos? «Nuestro propósito es la calidad en las propuestas, aunar firmas de críticos especializados, de escritores, y de periodistas culturales en torno a la crítica literaria y la reseña. La primera busca profundizar en las claves, diseccionar lo que aportan los autores y esa obra, y la reseña se enfoca más a la difusión. Quizá está llegue más a todos los públicos, pero los escritores, los editores, y los lectores con mayor exigencia agradecen mucho la primera como herramienta de conocimiento literario», asevera Guillermo Busutil.
Sobre el método según el cual se escogen los dosieres que abren mensualmente la revista, el director comenta que «en los doscientos catorce números bajo mi dirección, junto a un excelente equipo unido por la pasión por la literatura, el rigor y el debate creativo, hemos tratado de tocar la actualidad de todos los géneros: la novela negra, el best seller, el relato, el ensayo, la traducción, el cómic, la ficción del yo, las geografías literarias, los clásicos, así como centenarios de autores y libros relevantes».
«Igualmente», prosigue, «hemos hecho dosieres dedicados, en abril de cada año, al premio Cervantes, y a figuras de la talla de Juan Marsé, Muñoz Molina, Javier Marías, Pere Gimferrer, Emilio Lledó. También hemos abierto la mirada a disciplinas como la pintura, la fotografía, la Real Academia, las bibliotecas, la ciencia, la gastronomía, el medio ambiente, la política o las religiones. Nuestro propósito es que los lectores conozcan un tema desde diversas perspectivas y que enriquezcan su conocimiento, con un tratamiento didáctico, literario y ameno», apunta.
Otra cuestión que afecta a todas las publicaciones de este tipo –incluidas las digitales– es cómo defenderse de las presiones del mercado, de las tiranías de los superventas. «Bueno, se trata de elegir los libros que se consideran mejores en su calidad y propuesta, tanto por el aval de la trayectoria de su autor, del sello que los respalda o por el premio que lo promociona», comenta Busutil. «En Mercurio hemos conseguido y es parte de nuestra identidad, equilibrar la presencia de superventas, con títulos de editoriales independientes, y de otras más pequeñas, que no siempre tienen atención en otros medios», añade.
Sobre el futuro de Mercurio, Busutil confía en poder capitanear al menos otros 200 números. Ganas y fe no le faltan. «El prestigio y credibilidad que ha conseguido Mercurio, junto con el amplio respaldo de escritores, editoriales, libreros, profesores y especialmente lectores, está reconocido y apoyado por la directora del la Fundación, sin cuyo convencimiento y respaldo no sería posible», dice. «Espero que ella, al igual que sus patrones, continúe apoyando la importancia de la labor que hacemos. Y que también Planeta, como empresa, reconozca nuestra labor y la proyección de calidad que representa, además de la visibilidad que se le da a sus publicaciones, en un respaldo de futuro al espacio de liderazgo que ha conseguido Mercurio entre los medios literarios».