El día amaneció gris y amenazando lluvia, pero nada podía aguar la fecha más señalada para la cultura sevillana de los últimos tiempos: la inauguración nada menos que del Caixafórum, el espectacular espacio anejo a la torre Sevilla que aspira a convertirse en un referente absoluto en la agenda hispalense. La ceremonia de apertura estuvo acompañada de discursos trufados de referencias literarias, elogios al artífice del proyecto, el arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra, y de no pocos paraguas.
A la entrada del Caixafórum, en unas carpas instaladas al efecto y ante un público numeroso de personalidades y periodistas, tomó la palabra en primer lugar Isidre Fainé, presidente de Fundación La Caixa, quien se refirió a la fecha como «un día esperado y muy emocionante». No olvidó las palabras de agradecimiento para los primeros exploradores de La Caixa en la Andalucía de los años 60, especialmente a la figura de Manuel_Cardenete como el primer director en Sevilla, así como a todos los que han hecho posible que hoy haya 917 oficinas de esta entidad en el territorio sureño. El secreto lo desveló con palabras de Vicente Aleixandre, el más madrileño de los poetas sevillanos: «Ser leal a sí mismo», subrayó, «es el único modo de llegar a ser leales a los demás».
No fue el único bardo de la tierra que afloró a los labios del presidente. Antes, sin embargo, quiso recordar que La Caixa viene celebrando exposiciones en Sevilla desde los años 90, en concreto desde 1991, cuando se inauguró la primera en el Parque de María Luisa. Desde entonces, han sido 266 las convocadas en territorio andaluz, 41 de ellas en Sevilla.
Lo del Caixafórum, no obstante, promete ser otra dimensión en materia de muestras de arte. Se trata, según recordó Fainé, del octavo espacio de estas características abierto en España, y el tercero en tamaño después del de Madrid y Barcelona. «Un modelo único», destacó el directivo, «que han venido sirviendo como puntos de encuentro, como espacios de acogida, como lugares en los que permanentemente se recibe a personas e instituciones», y parafraseando a don Antonio Machado, habló también de «patio fresco, abierto a cualquier visitante».
Y puesto que en materia bancaria siempre se habla de objetivos, Isidre Fainé no quiso ocultar el de La Caixa con esta formidable inversión: «Lograr que se convierta en una locomotora intelectual de Sevilla», para lo cual, de entrada, han inaugurado dos grandes exposiciones de arte y han asumido la restauración de dos piezas barrocas de Bartolomé Esteban Murillo procedentes de la Iglesia de la Caridad, como respaldo al Año Murillo.
Elogios también a Vázquez Consuegra, evidentemente satisfecho con el resultado final de su creación, «una catedral d luz que podrán comprobar otro día que haya luz, claro», dijo Fainé con buen humor, al tiempo que resaltaba los 7.500 metros cuadrados de los que consta el edificio, con salas expositivas, auditorio y aulas polivalentes, así como el material empleado en la obra, una espuma de aluminio que delata «el alma» de su artífice.
Aunque fina todavía, la lluvia arreciaba sobre la carpa, de modo que fainé abrevió su discurso para anunciar que el Caixafórum se dará a conocer ahora a los sevillanos en unos días de jornadas de puertas abiertas, «y si hace mal tiempo, podemos alargarlas un poco más», agregó sonriente.
Y concluyó con más poesía machadiana, esta vez de Manuel: ese Andalucía que arranca con «Cádiz, salada claridad/ Granada, agua oculta que llora...», aunque lo remató ceceando sonoramente con «... y Cevilla, como dicen aquí» que, todo hay que decirlo, hizo cruzar miradas de estupor entre la población autóctona presente, mayoritariamente seseante al ser de la capital.
Llegó el turno del alcalde de la ciudad, Juan Espadas, que fue el único de los intervinientes que no echó mano de la lírica, aunque tampoco escatimó entusiasmo a la hora de proclamar que el Caixafórum «es un modelo de éxito demostrado, contrastado», que encaja a la perfección con «nuestra apuesta de la cultura como motor económico de nuestro territorio», aseveró.
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Imágenes de la inauguración de CaixaForum Sevilla
No dejó escapar tampoco la ocasión para recordar que este año, cuando se cumplen 25 años de la Exposición Universal de Sevilla que transformó la ciudad, «y que tiene aquí mismo, en La Cartuja, un trocito de su Historia», la inauguración del nuevo espacio viene a reforzar la revitalización de la zona para convertirla en «una nueva manzana de oro» que confirmará, según deseo de todos, que las inversiones en infraestructuras en los antiguos terrenos de la Expo reportan facturaciones altamente beneficiosas. El anuncio de la construcción de un gran centro comercial vecino al Caixafórum es otra apuesta en el mismo sentido. No obstante, aprovechando la alta concentración de banqueros y potentados en la reunión, quiso hacer un último alegato en favor de los intereses de los sevillanos: «Ahora, a por las Atarazanas. Lo vamos a conseguir, vamos a desbloquear el proyecto de nuestros astilleros medievales, y será otro activo para la ciudad».
En una línea similar arrancó su discurso la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, quien en los últimos tiempos no cesa de repetir que Andalucía «es una tierra de confianza, que merece la pena», y cuyo desarrollo «exige el compromiso y el respaldo de todos». Subrayó Díaz «la situación privilegiada» que vive el sur de España en lo respectivo a «estabilidad y confianza», y definió la inauguración del edificio como «un buen inicio de lo que va a ser un intenso trabajo de colaboración», aseguró.
Si en el discurso de Fainé se citó a Aleixandre y los Machado, Díaz quiso invocar a Ortega y Gasset: «Para progresar hay que pensar en grande, y solo se avanza si se mira lejos», recitó, para atreverse a continuación incluso con el latín: «Si los romanos vieran hoy el foro, verían que aquí negocio y ocio, negotium y otium, van de la mano», dijo.
Y acabó, como su conmilitón socialista, recordando que «tenemos una deuda que se llama Atarazanas», afirmó. «Cuando la relación entre sistemas financieros e instituciones se hace con generosidad y dedicación, pensando en la ciudadanía, los resultados son siempre positivos», concluyó.
‘Selfies’ con Florentino
Una vez apagados los aplausos, se desplegaron los paraguas para acompañar a la comitiva en el corto paseo hasta las entrañas del Caixafórum, momento en que la prensa tuvo la oportunidad de pasar revista a las personalidades reunidas en el evento. Allí estaban, entre otros, el rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro; Joaquín Durán, subdirector general de RTVA y director de Canal Sur Televisión; Fernando Rodríguez Villalobos, presidente de la Diputación Provincial de Sevilla; Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol; el presidente del PP-A, Juanma Moreno Bonilla, o José Manuel Cervera, presidente de la Fundación Tres Culturas.
Vázquez Consuegra no se separó en todo el recorrido del ex ministro –ex Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea– Javier Solana, miembro del patronato de la Fundación La Caixa, quien se mostraba muy interesado en las patricularidades del edificio.
Sin embargo, el blanco de todos los selfies fue Florentino Pérez, conocido como presidente del Real Madrid pero también de ACS Actividades de Construcción y Servicios, S.A., empresa que ha puesto en pie el Caixafórum. Aunque haya quien diga que los poderosos solo ven el color del dinero, los colores de la afición a veces llegan más al corazón: era digno de ver el arrobo con que algunos curtidos hombres de negocios se acercaban a Pérez para retratarse junto a él y preguntarle algo sobre la marcha del equipo en la liga o los últimos fichajes. Cabe recordar, además, que esta misma semana el Real Madrid suscribía un acuerdo de patrocinio con Caixabank para esta temporada y tres más, hasta el año 2020.
Más trabajo para los fotógrafos en el Kids Space, donde los políticos quisieron retratarse también visitando el espacio para los más pequeños. Mientras tanto, la librería, recién abierta, todavía no se había estrenado, pero ya ponía a disposición del visitante abundante material de papelería y lecturas relacionadas con el arte y el pensamiento, de Stefan Zweig a John Berger y de Sebastiao Salgado a Don Thompson, pasando por el imprescindible Elogio de la sombra de Junichiro Tanizaki.
Para rematar la mañana, cervezas, vino y canapés en el bar, un elemento que no puede faltar en ningún Caixafórum que se precie. Afuera llovía con más fuerza, pero Sevilla lucía como con otra cara, después de sumar un nuevo foro para el arte.
Para celebrar con los sevillanos la puesta en marcha en este nuevo equipamiento, la Obra Social ‘la Caixa’ ha decidido realizar jornadas de puertas abiertas en CaixaForum Sevilla desde este sábado 4 hasta el domingo 12 de marzo.