Vantournhout entre el desafío y la reflexión

El mes de danza termina con un solo con el que el artista Alexander Vantournhout desafía los límites de su propia fisicidad

11 nov 2018 / 16:44 h - Actualizado: 11 nov 2018 / 16:49 h.
"Danza"
  • Vantournhout entre el desafío y la reflexión

Culmina la programación de la edición 2018 de El Mes de Danza con esta propuesta del coreógrafo y artista circense Alexander Vantournhout, un solo tan descarnado como impactante a caballo entre la danza contemporánea conceptual y la acrobacia.

La pieza, según ha declarado Vantournhout, nace de una observación que un desconocido le hizo sobre la excesiva largura de su cuello. De hecho el título del espectáculo, “Aneckxander”, nace de la fusión de su nombre con el término inglés neck, que significa cuello. A partir de ahí el joven bailarín y coreógrafo belga comenzó a reflexionar sobre las desproporciones de su cuerpo y los límites de la percepción. El resultado es una pieza que desafía los límites de su propia fisicidad y descoloca continuamente al espectador con un sinfín de imágenes imposibles que se proponen cambiar la percepción hasta hacer que podamos ver más allá de la desnudez del cuerpo.

Para ello Vantournhout, mediante un juego de alargamientos y contorsiones corporales, elabora toda una gama de figuras imposibles que definen a su cuerpo como una especie de ente extraño y vulnerable que huye de mostrar su condición humana. Todo lo contrario que en la segunda secuencia, donde el artista se entrega a una lucha contra los límites del equilibrio y, parapetado con una pesadas botas, a compás de una pieza secuencial de piano que él mismo interpreta, lleva a cabo una suerte de baile tribal que remite a las danzas urbanas. En la tercera, en cambio, más que bailar se empeña en luchar contra sus propias fuerzas con una suerte de ritual de caídas y golpes que nos impacta tanto como nos descoloca. Para aliviar la tensión entre golpe y golpe, introduce algunos gestos que provocan la risa, aunque no acaban de entenderse, al igual que todas esas caídas y golpes -que el bailarín mitiga con unos guantes de boxeo que protegen sus nalgas del choque con el suelo- que aunque resultan sumamente impactantes derivan la pieza hacia un exhibicionismo efectista que no acaba de casar con el planteamiento conceptual del principio.

Obra: Aneckxander, una autobiografía trágica del cuerpo

Lugar: Sala La Fundición, 10 de noviembre/Mes de Danza

Creación: Alexander Vantournhout

Dramaturgia: Bauke Lievens

Música: Arvo Pärt

Interpretación: Alexander Vantournhout

Calificación: ***