Los humanos somos seres deseantes y el capitalismo lo sabe. La sociedad de consumo nos invade con multitud de estímulos creándonos continuamente nuevas necesidades, anulando nuestra razón y nuestra inteligencia. Es lo que se desprende de esta obra de Rafael Spregelburd, una suerte de sátira social que remite al género de la road movie.
Como en cualquier film de ese género cinematógrafico, los protagonistas son viajeros que llegan a Las Vegas con la intención de ganar dinero, de una forma o de otra, y más que en el lugar la trama se centra en los personajes, que intentan redimirse a sí mismos, aunque no acaben de llegar a ninguna parte porque la estupidez se impone. Se trata, sin duda, de una reflexión interesante, que va más allá de una denuncia sobre la avaricia y el poder del dinero. Aunque de alguna manera su profundidad se pierde entre tanto cambio de escenas y tantas entradas y salidas de los personajes. Y es que la obra sitúa en escena a cinco historias diferentes que se suceden con una combinación tan frenética como vertiginosa en el mismo espacio escénico, un motel de carretera. Cada una de estas historias tienen una trama y unos personajes diferentes y no tienen una relación aparente entre sí. En total son 24 personajes a cargo de cinco intérpretes que derrochan versatilidad y celeridad, con unos cambios de registros tan rápidos que casi marean, sobre todo teniendo en cuenta que la dramaturgia les obliga a hablar de forma incesante.
Se trata de todo un reto que tanto el director como por los intérpretes afrontan con talento y maestría, consiguiendo atrapar la atención del espectador, a pesar de su palabrería incesante y los continuos cambios de escena. Pero en general la obra resulta demasiado larga, la comicidad es un tanto contenida y el ritmo decae por momentos, sobre todo durante la primera parte, en la que la dramaturgia abusa de la fragmentación y la reiteración del discurso. Por fortuna remota al final y los actores nos brindan toda una lección de maestría y entrega. Cabe destacar a Fran Perea y Toni Acosta por la humanidad que imprimen a sus personajes a pesar de su corte caricaturesco.
LA FICHA
Lugar: Teatro Lope de Vega, 16 de febrero
Obra: La estupidez
Compañía: Feelgood Teatro
Autor: Rafael Spregelburd
Dirección: Fernando Soto
Interpretación: Fran Perea, Toni Acosta, Ainhoa Santamaría, Alfonso Mendiguchía, Javier Márquez
Voz en Off: Carlos Hipólito
Calificación: Tres estrellas