Fieles a las claves del teatro contemporáneo, la madrileña compañía de teatro La Tristura nació con vocación de trasgresión y compromiso con la realidad. Esta obra es un claro ejemplo.
La historia gira en torno a la denuncia de los niños robados. Un tema del que no sabemos demasiado, a pesar de su repercusión mediática. Sólo en España se cree que existen 300.000 mil casos de niños que fueron declarados muertos y dados en adopción a familias adineradas. Se trata, sin duda, de una cuestión tan interesante como dura, aunque en esta obra su denuncia se queda en un segundo plano, a favor de una reflexión filosófica sobre la cuestión de la identidad, envuelta en un halo de lirismo
La historia se pierde en una puesta en escena empeñada en conectar la reflexión íntima con la dimensión social y política del tema. El espacio escénico recurre a una escenografía sencilla y funcional que resalta el hecho ficticio del teatro, así como unos audiovisuales que nos indican el viaje en búsqueda de su identidad que lleva a cabo el protagonista, un cantautor que aprovecha la obra para cantar sus canciones. Y curiosamente es lo único que oímos en directo, porque el resto de la obra combina la voz en off, que tiene bastante presencia, con un tratamiento mediático de las voces de los intérpretes en directo, que oímos en unos auriculares que nos facilitan a la entrada de la sala. Todo ello, unido a que todas las acciones transcurren detrás de un telón de plástico que no nos permite ver con nitidez a los intérpretes, impide que fluyan las emociones y determina un ritmo escénico un tanto tedioso. De esa manera, la obra se queda en un mero ejercicio formal que sólo nos impacta al final, cuando nos enfrenta con la crudeza de los números de casos de niños robados sin resolver. Por fortuna Itsaso Arana, Fernanda Orazi abordan sus papeles con maestría y dominio de las tablas.
Obra: Cine
Lugar: Teatro Central, 21 de abril
Compañía: La Tristura
Creación y Texto: Itsaso Arana y Celso Giménez
Interpretación: Itsaso Arana, Fernanda Orazi y Pablo Und Destruction
Calificación: **